Cada cuánto tiempo debemos revisar las bujías del coche


Las bujías son un elemento clave para el correcto funcionamiento del motor
Deben revisarse periódicamente, aunque el tiempo dependerá del tipo de coche, bujía o conducción
Además, su estado puede indicar problemas en el motor
La bujía es el elemento que produce la mezcla entre la gasolina y el aire en los cilindros del coche mediante una chispa. Su principal función es dispersar el calor que se acumula en la cámara de combustión y distribuirlo por el sistema de refrigeración del coche. La cantidad de bujías variará según el número de cilindros de tu coche.
Las bujías son una pieza fundamental para el buen funcionamiento del motor, por lo que es muy importante estar pendiente de reemplazarlas cuando sea necesario. Además, revisar de forma frecuente su estado nos permitirá detectar posibles problemas en el motor.
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Cuándo deben cambiarse las bujías
Por lo general, en los coches de gasolina las bujías deben cambiarse cuando se llega a un intervalo de entre 30.000 y 60.000 quilómetros y en los coches diésel a partir de 120.000 quilómetros. Estas cifras son orientativas, ya que su durabilidad dependerá del tipo de vehículo, del tipo de bujía o del tipo de conducción que hayamos realizado.
A la hora de cambiar las bujías es importante cambiarlas todas a la vez, aunque no todas presenten un mal estado, para evitar desequilibrios en el encendido del motor. También debemos fijarnos en poner bujías que se encuentren dentro del rango térmico especificado por el fabricante del coche, ya que de lo contrario aumentaremos el desgaste del motor.
El precio por cambiar una bujía suele oscilar entre 8 o 10 euros. El precio aumentará o disminuirá dependiendo de la cilindrada del coche.
Cómo revisar las bujías
Para revisar el estado de las bujías deberemos desmontarlas para examinar si tienen un desgaste excesivo de los electrodos, roturas del aislante o suciedad acumulada. En los dos primeros casos será necesario cambiarlas, pero en el tercero tan solo bastará con limpiarlas.
Esta revisión de las bujías nos servirá, además, para conocer el estado del motor. Esto es lo que pueden significar en función de su aspecto:
- Depósitos de carbonilla humedecida en aceite: falta de estanqueidad del motor por un desgaste de los cilindros o segmentos.
- Aislador y electrodos recubiertos por incrustaciones blancas: pérdidas de aceite a través de los segmentos del pistón o mala calidad de la gasolina.
- Residuos de carbón: puede indicar un sistema de encendido defectuoso, un distribuidor atrasado, una bujía demasiado fría, una mezcla rica o la circulación a baja velocidad durante largos períodos.
- Electrodos fundidos: el cilindro puede tener autoencendido, lo que puede desencadenar en una avería grave.
- Aislantes fracturados: el cilindro puede tener algún objeto en su interior o puede deberse a la detonación.