Lo que Valencia y España se juegan si Ford deja languidecer Almussafes como ha pasado con Nissan


Más de 7.000 millones de euros anuales solo en exportaciones, estimaba en un estudio de 2016 el impacto económico de esta fábrica
La pugna por la adjudicación de modelos con la alemana Saarlouis puede poner en peligro a medio plazo la presencia de Ford en Valencia
El Ayuntamiento de Almussafes ofrece 750.000 metros cuadrados de suelo industrial para la implantación de una fábrica de baterías
La fábrica de Ford en Almussafes lleva exactamente 45 años y unos pocos días en marcha. Pero está en peligro. La competencia interna entre centros de producción de las marcas no es algo nuevo y este es el panorama al que se está enfrentando la fábrica valenciana confrontada a las instalaciones de Ford en Saarlouis ante la adjudicación de modelos electrificados. La lucha es por el futuro, por la adjudicaciones que prolonguen la producción y por tanto la actividad de la fábrica y de sus trabajadores.
De no adjudicarse dichos modelos, la espiral del cierre podría estar servida. Y en España tenemos un ejemplo muy reciente y doloroso en el lento pero inexorable declive de Nissan. Las empresas internacionales “juegan”en una liga muy particular en la que, lo que a priori parece bien consolidado, puede resultar efímero en un breve periodo de tiempo. Y Ford lo acaba de demostrar abandonando su fábrica de la India -país con uno de los potenciales mercados más grandes del mundo- casi de la noche a la mañana, dejando a más de 4.000 empleados en la calle.
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Alemania, con todo
La competencia alemana es tal que las autoridades del país han entrado al juego demostrando su apoyo institucional a la planta de Saarlouis. Dado que los costes salariales juegan a favor de Almussafes, desde las Cámaras Alemanas de Industria y Comercio se ha solicitado a las autoridades de la región de Saarland que reduzcan el impuesto empresarial para equilibrar la balanza, tal y como ha publicado la prensa local germana.
Todo esto ha servido a Ford para presionar a los trabajadores de la planta levantina en la negociación de sus condiciones laborales. De momento, los sindicatos se mantienen firmes sin ceder en lo sustancial frente a las peticiones de ahorro de costes que les solicitó la marca del óvalo a ambas factorías. La postura de la dirección pasa por introducir rebajas salariales que impida a Almussafes perder competitividad.
El momento de cambio y evolución hacia la electrificación perjudica también a Valencia. Frente a Alemania como un polo evidente de electrificación no solo de los fabricantes, sino también de la industria de componentes, en España las condiciones de la nueva fabricación están más en sus inicios.
Terreno para baterías
Pero el Ayuntamiento de la localidad ha jugado sus bazas muy inteligente y ágilmente. Ha ofrecido terrenos libres del polígono industrial en el que se encuentra la fábrica de Ford para la instalación de una producción de baterías. Es sabido que Volkswagen tiene que decidir dónde sitúa la gigafábrica de baterías que surta a su producción de Seat/Cupra y otras de sus marcas en Martorell y Navarra.
Si bien la también valenciana Sagunto ha sido una de las posibles localizaciones que han saltado a la palestra junto con Extremadura -donde está el litio- y también Aragón, geográficamente bien situada entre ambas instalaciones, Almussafes tiene sus ventajas. Está igualmente cercana al puerto, pero además, Volkswagen y Ford tienen proyectos comunes en cuanto a la electrificación de diversos componentes y modelos. La alemana tendrá que decidir.
El ofrecimiento se ha hecho para una parcela de unos 750.000 metros cuadrados de suelo industrial ya urbanizado y preparado para el comienzo de las posibles obras y al calor de la producción de la fábrica de Ford y de la red de suministradores ya existente en la localidad. El propio Ayuntamiento en una nota pública apunta -con mucho acierto- a los ahorros de costes logísticos que una gigafábrica de baterías le supondría a Ford -y también al contrario si los del óvalo se convirtiesen en sus clientes-.
El Ayuntamiento valenciano lo tiene muy claro cuando apunta que ambas instalaciones “no deberían articularse como dos dinámicas separadas, sino como un único objetivo estratégico y de acuerdo con una única hoja de ruta” y alude también a las sinergias positivas para el futuro de las adjudicaciones de modelos y a la inversa para la fabricación de componentes tiene esta cercanía. Y remata con una sentencia demoledora al manifestar que esta “conexión directa” generaría un “sistema de aprovisionamiento de baterías a coste climático y logístico cero”. Este beneficio es uno de los argumentos que el Ayuntamiento va a “trasladar al Gobierno de España y a la Comisión Europea”.
Esta “conexión directa” sería por medio de transportadores aéreos mediante raíles, un método ya utilizado por la fábrica desde hace decenios y que se denomina “Direct Automatic Delivery” o envío directo automatizado. De hecho, fue inventado en la propia fábrica valenciana para transportar piezas de los suministradores situados en las cercanías del polígono y luego ha sido imitado por diversas instalaciones fabriles no solo del mundo de la automoción.
Impacto económico
Según un estudio de la Universidad Europea de Valencia que encargó la propia Ford en 2016, cada euro de valor añadido creado en Ford genera 2,86 euros en la economía valenciana y nada menos que 6,52 euros en España. Pero además, cada empleo que se crea en la compañía contribuye a la creación de 5,8 en la Comunitat y 11,7 empleos en todo el país.
Actualmente Ford Almussafes cuenta con una plantilla de 6.038 trabajadores, que llegó a ser de 10.884 en 1990. Si los datos de la UEV son correctos, esos empleos han generado a su vez 70.644 puestos de trabajo en España.
Este mismo estudio destacaba que el sector de la automoción valenciana, con Ford a la cabeza, suponía hace cinco años el 25% del total de las exportaciones valencianas, con un importe superior a los 7.000 millones de euros, repetimos en datos de 2016.
También sabemos que el salario bruto anual en 2021 del personal obrero y subalterno -tal y como lo denomina la fábrica- osciló entre los 12.060,24 y los 36.158,39 euros, un impacto absolutamente directo en la zona.
En Ford Almussafes se producen unos 450.000 vehículos al año. Por completar este análisis de datos, la producción total desde su arranque en 1976 ha sido de más de 13.600 unidades en sus cuarenta y cinco años de historia. El compacto Escort, el urbano Ka, el utilitario Focus y el todocamino Kuga han sido los modelos más exitosos y fabricados tal y como se aprecia en el cuadro adjunto.
