Qué peligros tiene comprar por subasta una vivienda embargada por Hacienda


Personas o entidades suelen pedir al juzgado la subasta de su vivienda para pagar una deuda pendiente
Para saber si merece la pena adquirir un inmueble embargado hay que conocer tanto las ventajas como los inconvenientes
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Actualmente, debido a la constante subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) y el crecimiento del euríbor, el principal índice de referencia para las hipotecas y que afecta sobre todo a las de tipo variable, hacen que comprar una vivienda sea cada vez menos accesible y obliga a muchos ciudadanos a seguir compartiendo piso para poder ahorrar.
Aunque adquirir un inmueble no está al alcance de todos, sí que hay alternativas que ayudan a que el desembolso no sea tan elevado y por tanto ser propietario se convierta en una realidad.
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A día de hoy, los inmuebles a subasta son una gran oportunidad para aquellos interesados en comprar una vivienda más barata. Casas que, en algunas ocasiones, pueden estar embargadas por el fisco y con las cuales se debe tener especial cuidado para evitar futuras complicaciones o sorpresas de última hora.
¿Qué supone que un inmueble esté embargado?
Hay quienes, independientemente de si es una persona o una entidad, piden al juzgado la subasta de su vivienda para pagar una deuda, ya sea porque no se ha podido hacer frente a la hipoteca u otros motivos. Una petición que conlleva a que se proceda al embargo de dicha propiedad.
A partir de entonces, se pone a subasta el inmueble a un precio que puede ser hasta un 50% más barato de lo que fija el mercado inmobiliario, según indican desde el portal Idealista. Unas viviendas que, a través de un nuevo sistema de búsqueda puesto en marcha por la Agencia Tributaria, se publican en el Portal del Boletín Oficial del Estado (BOE).
No obstante, a la hora de comprar en una subasta judicial hay que tener en cuenta varias cosas para evitar, en un futuro, tener problemas que pueden conllevar a abonar una cantidad extra de dinero y por tanto no resulte tan beneficioso y se convierta en una oportunidad envenenada.
¿Cuáles son los inconvenientes?
Si estás interesado en participar debes saber que con cada puja se tiene que abonar un depósito equivalente al 5% del precio total del inmueble deseado. Una cuantía que vas a perder si, en el caso de ganar, decides rechazarlo. Si aceptas vas a tener un margen de 20 días para pagar el porcentaje restante, de lo contrario se puede solicitar una hipoteca.
Aunque a simple vista parece un chollo hay que tener en cuenta que puede haber deudas que no se incluyen en el precio final y por tanto no se han considerado a la hora de fijar la cuantía a abonar en la subasta. Pagos correspondientes a la comunidad o a la casa que a pesar de que corresponden al anterior titular, se va a tener que hacer cargo el nuevo.
Otro de los peligros es que el interesado en la compra del inmueble, aunque sí tiene conocimiento de todos los datos y detalles de éste, puede no conocer el estado real de la vivienda, ya que se entrega tal y como estaba en el momento de ser embargada.
Por ello, en NIUS recomendamos el asesoramiento previo para evitar futuras sorpresas o malentendidos que pueden afectar directamente a tu economía.