El Faro de Trafalgar de Los Caños de Meca es uno de los tatuajes más comunes entre los españoles

Los faros simbolizan la luz en la oscuridad. El guía de los navegantes, la luz que apacigua a los barcos a la deriva, incluso la brújula luminosa para los días en los que la mar no quiere ser navegada. En nuestro hay muchos faros simbólicos. La torre de Hércules en La Coruña. El Faro de Chipiona, que es el más alto de es España y uno de los más altos del mundo. El de Trafalgar, donde desde hace unos años hay un boom de turismo de surf, camping y playa que muchos han decidido llevar impreso en su piel.

Porque fue el lugar donde se pidieron matrimonio, donde se conocieron, donde pasaron el mejor verano de su vida o, simplemente, su refugio de paz donde escapar del bullicio de la ciudad. El Faro de Trafalgar de Barbate se ha puesto tan de moda que es uno de los elementos más tatuados según las redes sociales de varios tatuadores andaluces.

Los hay que quieren una imagen realista que les recuerde el vivo retrato del rincón del sur que tanto aman, como para llevarlo dibujado en su cuerpo toda la vida.

Este de un estudio malagueño es un diseño más personal. Los puntos cardinales, la luna y otros elementos que identifican a este faro único encuadrados en leyendas geométricas. Un diseño diferente que ya que no es tan original tatuarse el Faro gaditano, al menos tenga un toque propio.

Como el de este jerezano sí que no puede haber ninguno igual, y si lo hay sería preocupante. Aunque no es la imagen que tenemos del Faro de Trafalgar sí es lo que ha querido simbolizar con el nombre de sus padres abajo, simbolizando la guía que es para él el papel de sus progenitores en su vida. Y el nombre de sus hijos abajo, enfrentados.

Esa idea de la guía, la brújula vital, es uno de los elementos más añadidos a la imagen del Faro barbateño. En este caso, le añaden las coordenadas, los puntos cardinales y, junto al faro, una familia.

También los hay que se quedan con la imagen de ese punto de la geografía en el que el mal juega a su antojo y las olas pelean con el Faro cuando el viento de levante sopla fuerte. Un mar rebelde, como debe ser el Atlántico.

La pasión por Los Caños de Meca y su imponente e histórico Faro es algo que ya se podía comprobar con las reservas agotadas en la zona y la imagen de masificación que presenta ese enclave en la actualidad, habiendo sido antes un paraíso virgen para la gente de la provincia. Tan evidente es esa moda por visitar las playas gaditanas, como lo son los tatuajes. Eso sí, cualquiera que se atreva a llevar impresa esta joya de la historia marinera de de la Bahía, tiene que tener claro que el imponente Faro de Trafalgar va a ocupar un espacio importante en su cuerpo.