La campaña del PSOE no logra amenazar la victoria de Moreno que vaticinan las encuestas


En el último debate andaluz Espadas agita el miedo a Vox, echa mano de Ayuso, se erige en garante de los servicios públicos y vende los logros económicos y sociales de Sánchez
El socialista busca el cara a cara con Moreno y este le recuerda las cuatro décadas del PSOE en Andalucía: "Habla más como el delegado de Sánchez en Andalucía"
Olona lanza un ultimátum y exigirá ser vicepresidenta aunque Moreno sólo necesite uno de sus votos; "Usted no sabe lo que es gobernar", le contesta el popular
Con todas las encuestas en contra el candidato del PSOE, Juan Espadas, tenía una última bala para intentar en el debate de anoche movilizar a un electorado que se va en masa al PP de Juanma Moreno en un trasvase de voto sin precedentes en Andalucía (las últimas encuestas hablan de un transferencia directa de alrededor del 10% según el CIS mientras otras dan hasta un 17%) o a la abstención. De momento al menos, la campaña diseñada por los socialistas no logra amenazar la victoria de Moreno que vaticinan las encuestas. Así que a Espadas le tocaba ayer poner toda la carne en el asador y luchar contra la falta de tensión electoral de sus potenciales votantes. En el frontispicio grabado a fuego el tercio de indecisos que señala el CIS.
Espadas ha perseverado en la estrategia hasta ahora fallida de agitar el miedo a un Gobierno de Juanma Moreno con Macarena Olona de vicepresidenta en San Telmo para movilizar su electorado y presentarse a sí mismo como el único que puede evitarlo. "Hay que elegir entre derechos o derechas", decía nada más arrancar el debate. Y eso que la ‘alerta antifascista’ no les funcionó ni en Madrid ni en Castilla y León. Muchos expertos creen que el plan no tiene efecto entre los suyos porque únicamente refuerza al Partido Popular. Consideran que con ese argumento Juanma Moreno se haría con el voto útil del centro para frenar a Vox.
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Hay que elegir entre derechos o derechas (Juan Espadas)
Sobre todo el candidato socialista ha intentado presentarse a sí mismo y a su partido como garantes de los servicios públicos en Andalucía. Enfrente el actual presidente de la Junta que le ha vuelto a recordar las casi cuatro décadas de Gobiernos socialistas de lo que también ha participado como consejero Espadas.
Estamos mucho más cerca de la mejor sanidad, de unos servicios públicos de calidad y de una educación reforzada. Pero para que eso sea posible debemos concentrar nuestros esfuerzos y nuestro voto. Porque #SiVotamosGanamos. https://t.co/y3g365ZbpX
— Juan Espadas Cejas (@_JuanEspadas) 13 de junio de 2022
Espadas también lo ha intentado prometiendo empleo y vendiendo los logros sociales y económicos del Gobierno como le ordenó el presidente Pedro Sánchez. Desde la reforma laboral, a los ERTES, o las ayudas al sector lácteo. Todo valía. "Es el Gobierno de España el que le ha transferido el dinero y usted lo ha gestionado mal. Ha dejado de ejecutar muchos fondos europeos", argumentaba Espadas que también ha echado mano de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, para advertir contra el modelo educativo o sanitario del PP en un intento de dar la con la tecla que anime a su militancia a votarles. "Actúa más como delegado de Sánchez que como candidato", le replicaba Moreno Bonilla en un par de ocasiones.
El miedo a quedar por debajo de Susana Díaz
Ayer fue el último día para publicar encuestas y todas, incluida la del CIS de Tezanos, coinciden en vaticinar una mayoría ‘holgada’ del Partido Popular pero sin llegar a la aboluta y que el candidato de Pedro Sánchez se queda muy por debajo de los resultados que obtuvo Susana Díaz en los comicios de 2018. Entonces su gran enemiga política cosechó el peor resultado de la historia del PSOE y perdió la el Gobierno tras 36 años de hegemonía socialista en Andalucía. Fue una hecatombe. 33 escaños y el 27,9% de los votos.

Ahora Tezanos establece una horquilla amplia de entre 23,8% y el 26,6% aunque evita por vez primera dar proyección de escaños. En cualquier caso menos que Susana Díaz. La peor de las pesadillas para el PSOE de Pedro Sánchez que ha fijado como línea roja no bajar del millón de votos que consiguió la exbaronesa andaluza.
En Moncloa hacen cuentas. Confían en movilizar al medio millón de andaluces que no votó a Susana Díaz en 2018 pero sí lo hizo por Pedro Sánchez en las generales de 2019 insistiendo en el miedo a la ultraderecha y en los logros del Gobierno, y en eso se va a emplear su candidato en lo que resta de campaña desde ya. "Me dirijo a los andaluces que se quedaron en casa en 2018. Hay que ir a votar para parar a la derecha. Si votamos ganamos", insistía Espadas aferrado a ese mantra.
“A la porra las encuestas”
Oficialmente Ferraz y Espadas restan importancia a los sondeos. “El PP que siga felicitándose por ganar encuestas que nosotros nos felicitaremos por ganar las elecciones”, aseguraba ayer su portavoz Felipe Sicilia. Al grito de “a la porra las encuestas”, la frase del presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, pronunciada en un mitin este domingo con el candidato Espadas y media docena de presidentes autonómicos socialistas, intentan insuflar ánimos a los suyos.
En el PSOE cruzan los dedos y confían en el empujón de esta semana final que arrancaba con el segundo y último debate electoral que señalaban como decisivo para movilizar a su electorado. Aseguran que en los últimos días observan buen ánimo entre la militancia y que en sus actos cada vez hay más gente. Otra cosa es si será suficiente para empujarles a ir con su papeleta a las urnas en un fin de semana, el del 19J, de ola de calor, playa y fiesta del Corpus. Tampoco ayuda que Espadas siga siendo un desconocido para el votante socialista o la oposición de baja intensidad que ha desplegado el exalcalde de Sevilla en el parlamento andaluz en estos tres años y medio y que ahora intenta revertir sin mucho éxito. Hasta el punto de que incluso peligre la plaza histórica de Sevilla.
Espadas encuentra un aliado en el ultimátum de Vox para entrar en la Junta
El candidato socialista Juan Espadas asentía cada vez que en el último debate electoral de ayer, Macarena Olona no paraba de recordar a Juanma Moreno que es presidente de la Junta de Andalucía gracias a los votos de Vox. Eso y cuando lanzaba un ultimátum al candidato popular exigiendo ser su vicepresidente en el caso de que necesite aunque sea un único voto de la extrema derecha para ser investido presidente, descartando así una abstención. Espadas encontraba así una aliada inesperada en su estrategia para movilizar al electorado socialista.
Más claro el agua. Acabamos de escuchar una declaración de amor en toda regla. Usted ya ha pactado Vox (Juan Espadas)
"Más claro el agua. Acabamos de escuchar una declaración de amor en toda regla. Usted ya ha pactado Vox", espetaba a un Juanma Moreno que seguía negando con la cabeza y llegaba a calificar de "delirio" la pretensión de Olona. Con un "usted no sabe gobernar", el candidato del PP intentaba sacudirse la presión de Olona y Espadas.
El mayor temor de Moncloa y de Ferraz es que el domingo que viene se consolide el cambio sociológico en Andalucía con una mayoría hegemónica de la derecha y eso afiance la sensación de cambio de ciclo. Y eso dejaría muy tocado a Pedro Sánchez.