Ángela, encontrada muerta en una alcantarilla de Málaga, fue detenida dos veces por malos tratos


El cadáver estaba envuelto en una funda, con una cuerda en el cuello: todo apunta a un estrangulamiento
La mujer de 60 años había sido arrestada en junio de 2018 por malos tratos en el ámbito familiar y en enero de 2022 por una requisitoria judicial
La Policía Nacional ha detenido a su hijo menor, de 22 años como presunto autor del crimen
"Después de hacer futing, una ducha y ya mañana lunes a empezar el día con energía". Fue la última publicación que hizo Ángela Mérida Salado en su perfil de Facebook, el pasado 22 de mayo. Adjuntó una fotografía. Después, la mujer de 60 años desapareció sin dejar rastro. Vivía en el barrio de Teatinos (Málaga). Su hermano presentó una denuncia en la comisaría de la Policía Nacional y desde entonces la buscaban. Era de complexión delgada, pelo castaño, ojos negros y una estatura de 1,50 metros, según los datos que difundió SOS Desaparecidos. Su hijo Juan José aseguraba que estaba muy preocupado, ya que estaba enferma y necesitaba medicación urgente. No contestaba a sus llamadas de teléfono. Sus familiares difundieron la noticia en los medios de comunicación pidiendo colaboración ciudadana para dar con su paradero. El cadáver fue encontrado en una alcantarilla a pocos metros de su casa el martes pasado, a ocho metros bajo el suelo.
Los bomberos tuvieron que extraer el cuerpo, que estaba en una arqueta, atascado en una tubería. Agentes de la Brigada Científica realizaron una inspección ocular para recabar los vestigios. Unas horas más tarde, agentes del Grupo de Homicidios detuvieron a su hijo menor como principal sospechoso del crimen. La víctima había sido arrestada en junio de 2018 por malos tratos en el ámbito familiar y en enero de 2022 por una requisitoria judicial. Agentes de la Policía Local del Rincón de la Victoria también detuvieron a la mujer en noviembre de 2019 por circular en dirección contraria por una calle del pueblo e intentar atropellarles cuando le dieron el alto.
Los investigadores no descartan ninguna hipótesis aunque barajan como posible móvil una cuestión de índole económica. Ángela había estudiado en la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales en Sierra Bermeja. Estaba separada y tenía dos hijos adoptivos. Vivía sola en un piso situado en Carril del Capitán, justo enfrente de su exmarido y del presunto autor del homicidio, de 22 años. El chico tiene problemas por consumo de estupefacientes.
Según el informe preliminar de la autopsia, la muerte pudo producirse el 25 de mayo. Enrique Barón, el comisario principal de Málaga y jefe provincial, ha señalado en una rueda de prensa que el cuerpo se encontraba en avanzado estado de descomposición y presentaba signos de violencia compatibles con “una causa de muerte por estrangulamiento”. Estaba envuelto en una funda, con una cuerda atada alrededor del cuello. Creen que no estuvo todo el tiempo depositado en el lugar que lo encontraron y que el responsable lo trasladó unos días después de los hechos.
La autopsia determinará la causa exacta del fallecimiento. El joven permanece ahora en dependencias policiales, a la espera de que le tomen declaración y pueda aportar algún detalle que permita esclarecer cómo acabó presuntamente con la vida de su madre y se deshizo del cadáver.