Los detenidos por el homicidio de un vigilante en Jaén tenían antecedentes por venta ambulante, hurtos, peleas y violencia machista

 "Justicia para Álvaro" repetían los vecinos que este domingo por la tarde acudieron a una manifestación convocada a través de las redes sociales para condenar el asesinato de un portero de discoteca de en Peal de Becerro (Jaén). Entre ellos muchos jóvenes que habían estado con el fallecido apenas unas horas antes. Una marcha que se organizó de forma espontánea y que no había sido autorizada. Los ánimos estaban calientes y se notaba tensión en el ambiente. Aún así, la marcha trascurrió sin incidentes por la calle Andrés Segovia, una barriada gitana en la que vive la familia de los cuatro detenidos por su presunta implicación en el crimen. Pertenecen al clan Amador, uno de ellos tiene 18 años y los otros tres son sus primos, entre ellos hermanos.

Todo ocurrió sobre las tres de la madrugada en el pub Valhalla. Varios testigos llamaron a los servicios de emergencias para alertar de que se estaba produciendo una pelea. Jesús, el más pequeño de todos, había sacado unas copas a la calle y el empleado se lo recriminó, tratando de impedírselo. Fue entonces cuando José de 20 años, le propinó lo que parecía un puñetazo en la parte izquierda del pecho y que resultó ser una puñalada, que le causó la muerte casi en el acto.

Patrullas de la Policía Local, Guardia Civil y los servicios sanitarios se desplazaron hasta el lugar, en la avenida de Andalucía. En el suelo, sangrando encontraron a Álvaro Soto -la víctima-, de 29 años, inconsciente. Trabajaba como portero en el local. Los médicos no pudieron hacer nada por salvarle la vida. Varios testigos identificaron a los responsables, que se dieron a la fuga. Ya habían protagonizado un incidente en otro establecimiento del pueblo unos minutos antes y por eso habían decidido marcharse al club.

De los cuatro detenidos, el único que no tenía antecedentes era el de 18 años. Los hermanos se dedican a la venta ambulante y habían sido arrestados anteriormente por pequeños hurtos. Luis David tiene 28 años y Francisco 30. Este además había sido detenido por participar en reyertas y por violencia de género hacia su pareja.

Todos fueron trasladados hasta el cuartel de la benemérita en la localidad de Baeza para evitar disturbios con los vecinos. Los dos más jóvenes siguen en el calabozo a la espera de pasar a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Cazorla este martes por la mañana, mientras que los más mayores han quedado en libertad tras prestar declaración. Al parecer no participaron directamente en la reyerta.

Cientos de vecinos han querido despedirse de Álvaro este lunes en un multitudinario entierro, celebrado a las 11:30 de este lunes en el tanatorio Virgen del Carmen y mostrar su apoyo a la familia. El ayuntamiento también ha condenado este homicidio y ha decretado tres días de luto oficial, entre el 17 y el 19 de julio. Además algunos empresarios han querido cerrar sus negocios durante un día en señal de duelo por la víctima.

Las banderas en todos los edificios municipales "ondearán a media asta", según reza la declaración institucional, en la que, además, se anuncia la decisión del Ayuntamiento de "suspender todos los actos y actividades municipales y de cerrar todas las instalaciones culturales y deportivas" durante esos días.

Al dolor por la pérdida de Álvaro se suma el de Carolina Marín, otra vecina de 18 años del municipio que perdió la vida el sábado después de salirse de la vía con su turismo a las afueras del municipio. Un accidente de tráfico en el que además otros tres adolescentes resultaron heridos.