Chipiona señaliza la evacuación ante un posible tsunami: "No se sabe si en 50 o 100 años, pero hay que estar preparados"


El plan se enmarca en la iniciativa "tsunami ready" de la UNESCO
La aparición de señales indicando rutas de evacuación llamó la atención de los habitantes
Los chipioneros han recibido la iniciativa con alegría por la preparación del municipio
El verano ha comenzado como uno más en el costero municipio de Chipiona, en Cádiz. Miles de visitantes que, como cada año, llenan las casas y las playas de la ciudad convirtiéndola en uno de los ejes principales del verano en Andalucía. No obstante, la aparición de unas señales en la ciudad ha llamado la atención de propios y extraños, pues en ellas aparece la palabra "tsunami".
Aunque estas indicaciones han aparecido recientemente, es un proceso que data desde verano de 2020. Desde entonces, el Ayuntamiento de Chipiona se prepara un plan para adaptarse a los estándares de la iniciativa "tsunami ready" de la UNESCO para que las ciudades estén prevenidas en caso de un posible maremoto en los próximos años.
La iniciativa fue propuesta por el propio alcalde del municipio, Luis Mario Aparicio. "En Chipiona hay mucha sensibilidad con estos temas después del tsunami de Lisboa" de 1755, explica el regidor a NIUS, "y lo conmemoramos el 1 de noviembre con la procesión del Cristo de las Misericordias, que cuenta la tradición que salvó al municipio de las aguas ese día". A partir de ahí, un encuentro con un ingeniero de Canales y Puertos le llevó a comenzar todo el proceso.
Una vez aprobado el inicio del plan, se pusieron en contacto con el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria y con la Universidad de Málaga para que les ayudasen en el diseño de los diversos planes necesarios. "Estamos preparándonos", asegura a NIUS Paco Castro, técnico que forma parte del equipo que coordina todo lo relacionado con la iniciativa.
Dentro de los indicadores orientativos, aparecen conceptos divididos en Evaluación, Mitigación, Preparación y Respuesta. Dentro del tercer punto es donde se enmarcan las señales que ya están visibles en la ciudad. "Son solo las primeras", advierte Castro, "se colocarán más hasta llegar a los puntos de encuentro".
Chipiona es el municipio que más ha trabajado por el momento y más avanzado lleva el desarrollo del plan. "Lo más importante es preparar a la población, ya que este proceso no deja de ser una evaluación de riesgos con una serie de mapas", comenta Castro. "Apenas teníamos referencias porque no había planes desarrollados a nivel autonómico aparte de algunas indicaciones de Protección Civil", explica.
Los mapas, que aún no se han publicado, servirán para que todos los habitantes sepan en todo momento hacia dónde dirigirse en caso de que un tsunami pueda amenazar a este municipio costero. Pese a todo, el alcalde deja claro que "lo que se espera es una subida de cuatro o cinco metros del nivel del agua desde la orilla, ninguna catástrofe como se está pintando en algunos sitios". Es por ello que el plan se divide en evacuación vertical, hacia las plantas altas de los edificios, y horizontal hacia los puntos de encuentros señalizados.
"No se sabe si ocurrirá en 50 o 100 años, pero hay que estar preparados", asegura Paco Castro. "Si todo este trabajo sirve para salvar una sola vida, merecerá la pena", deja claro el alcalde. Si todo el plan se completa satisfactoriamente, Chipiona aspira a recibir el sello "Tsunami Ready" de la UNESCO y, según Luis Mario Aparicio, "han solicitado ser centro europeo piloto de la experiencia".
Los chipioneros y el miedo al tsunami
Evidentemente, los primeros en darse cuenta fueron los propios habitantes de la localidad. Los chipioneros empezaron a a comentar y pedir información al respecto. "He percibido sorpresa por la novedad, pero se dan cuenta que es bueno tenerlo", explica Paco Castro.
Juani, chipionera de toda la vida, asegura que de entrada le resultó "impactante" pero que también "me tranquiliza ver que están preparados para una situación así". Por su parte, Paqui, sevillana que veranea cada año en Chipiona, afirma que "de entrada me pareció curioso porque estaba claro que en caso de peligro había que alejarse del mar", pero también se siente "aliviada" porque "yo vivo en un primero y tengo azotea, así que hay menos peligro de que me lleve el agua".