La hija del marido de la 'duquesa roja' reconocida en 2018 reclama su herencia


Rosario Bermudo reclama la herencia que le corresponde como hija legítima, unos tres millones de euros
La prueba de ADN resultó en una coincidencia del 99,99% con el difunto Leoncio González
Los hermanos de la demandante han reclamado en diversas ocasiones para demorar el proceso
Rosario Bermudo, la mujer que fue reconocida judicialmente como la hija de Leoncio González, esposo de Luisa Isabel Álvarez, duquesa de Medina Sidonia, también conocida como la 'duquesa roja', reclama la aplicación de la sentencia que la acredita desde 2018 como heredera de una fortuna que podría ascender a tres millones de euros.
Fernando Osuna, abogado de Rosario Bermudo, ha emitido un comunicado en que recuerda que el titular del Juzgado nº 77 de Madrid reconocía a su clienta el 5 de diciembre de 2018 como heredera legítima de Leoncio González. La decisión se tomó tras obtener un 99,99% de coincidencia en una prueba de ADN, el máximo posible.
El abogado incide en que algunos de los hermanos de Bermudo han recurrido la sentencia en diferentes ocasiones con el fin exclusivo de "perder tiempo", a la vez que "son nulas las posibilidades de ganar la contienda", la cual cumple ahora ocho años.
Una vez salga la última reclamación que hicieron en el Tribunal Supremo, Osuna señala que se iniciará el proceso para reclamar la herencia correspondiente, algo que podría durar años. Al mismo tiempo, deja abierta la posibilidad de un acuerdo, a la vez que reconoce la existencia de ofertas de fondos de inversión para comprar la herencia, por lo que el fondo que la adquiriese sería el nuevo heredero legítimo.
La exhumación, clave
El proceso finalizó en 2017 tras la exhumación de los restos de Leoncio González en el cementerio de Soria para así poder contrastar el ADN con el de Rosario Bermudo. Esta coincidencia resultó clave para que la mujer pudiese reclamar su herencia.
El caso se resolvió tras cinco años de pleitos en los que Bermudo reclamaba su reconocimiento como hija del marido de la esposa de Medina Sidonia tras una relación extramatrimonial con una sirvienta. El Instituto de Toxicología exigía comparar el ADN de la mujer con otros familiares vivos, pero se opusieron y fue necesaria la exhumación.