La alpinista andaluza Lina Quesada corona el peligroso K2: "Es una de las montañas más bonitas que he visto"


Estuvo acompañada durante gran parte del ascenso por el pakistaní Ali Noorani
A sus 53 años, cuenta con seis ochomiles y varios sietemiles a sus espaldas
"Estoy muy cansada, pero ha merecido la pena", han sido sus primeras palabras durante la entrevista con Niusdiario
"Estoy muy cansada, pero ha merecido la pena". Son las primeras palabras de la alpinista Lina Quesada durante la entrevista con Niusdiario. Y no es para menos, porque después de mes y medio la andaluza ha coronado el mítico K2 a 8.611 metros de altura, la segunda cumbre más alta del planeta y la más peligrosa. "Quería terminar con el K2 mi trayectoria deportiva y lo he conseguido".
"Tardamos 2 días en bajar, había que ir con mucho cuidado, porque hay muchas cuerdas viejas, rotas y si te confundes estás muerta. Además de que hay mucha caída de piedras", cuenta la sevillana cuando consiguió cobertura para contestar a las preguntas que le hemos enviado vía whatsapp. Porque Lina se encuentra todavía bajando del "montañón", como ella lo llama.
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En 2019 se propuso este reto "como una ilusión" y se quedó muy cerca de conseguirlo, tan solo a 300 metros de la cima, pero una avalancha que hirió a varios sherpas le hizo renunciar por su seguridad y por la del equipo que la acompañaba. Después llegó la pandemia y tampoco pudo continuar, pero nunca dejó de entrenar para poder estar al nivel que exige la montaña.
A sus 53 años, tiene un currículo cuanto menos llamativo porque cuenta con seis ochomiles y varios sietemiles a sus espaldas: el Cho Oyu (2005), el Gasherbrum II (2006), el Everest (2008) por la cara sur -fue la primera andaluza en conseguirlo-, el Broad Peak (2014) y en Manaslu (2017). Quizás por eso ahora solo piensa en descansar, explica entre risas.

"Me gustaría dar cursos y trabajar como guía de montaña para transmitir mis conocimientos y disfrutar con otras personas en la montaña. Sobre todo, no seguir arriesgando mi vida", reconoce.
De hecho, recuerda que solo dos mujeres han conseguido hollar el K2, aunque también se muestra sorprendida porque cada vez hay más féminas que se atreven con esta temida montaña. "Creo que es la primera vez en la historia que han hecho cumbre tantas mujeres".
Y todo ello a pesar de que las mujeres están muy cuestionadas en este deporte. "Cada vez que consigues un reto, se busca si te han ayudado, si ha habido trampa o algo así, aún cuesta creer que una mujer consiga los mismos retos que un hombre", lamenta la deportista del Club Sierra Sur de Morón que se siente tan orgullosa de ser andaluza que lo primero que echó en su mochila fue una bandera de su tierra para poder clavarla en la cima cual Neil Armstrong en la Luna.
"Es un orgullo total llevar mi tierra hasta lo más alto. Casi todo el mundo conoce Andalucía: Tarifa, el Chorro, la Alhambra, la Feria, los toros... Me siento orgullosa de mi tierra y más cuando veo que en el mundo se ama a Andalucía", indica Quesada, que en su día a día trabaja como funcionaria de la Diputación de Sevilla, a quien quiere agradecer las facilidades que le ofrecen para pedirse permisos y poder llevar a cabo las expediciones.
"El montañismo es una forma de vida que me encanta, coger la mochila y estar horas andando, subiendo, bajando, viendo paisajes espectaculares, dormir en el monte viendo las estrellas... Es maravilloso y es lo que me impulsa a seguir", concluye Lina Quesada que estuvo acompañada durante gran parte del ascenso del pakistaní Ali Noorani -que se quedó a 8.350 metros- para alcanzar un logro que comenzó el pasado 8 de junio y que tuvo su recompensa el pasado 22 de julio.