La cosecha de aceite se desploma un 40% por la sequía y amenaza con una subida de precios en otoño


Si no llueve en otoño, desde el sector apuntan a que subirán los precios del aceite de oliva
La sequía de los últimos años ha derivado en una situación crítica con una cosecha un 40% inferior
La falta de lluvia el pasado otoño deja a la aceituna con una menor cantidad de aceite, bajando el rendimiento
La sequía es una realidad en toda España por la ausencia de lluvias este invierno, lo que ha provocado que, entre otros muchos sectores, la agricultura haya visto mermada sus cosechas de diversos productos. El olivar, especialmente el andaluz en zonas como Sevilla o Jaén, no se ha quedado al margen y las difíciles circunstancias de este año amenazan al consumidor con una subida de precios.
Juan Antonio Pérez es el responsable del departamento técnico de la cooperativa Oleand Manzanilla Olive, una de las más importantes de la provincia de Sevilla, y explica a NIUS los motivos que pueden derivar en una subida de precios que llegaría "el próximo otoño". El problema se centra en la "condición extrema" de agua que se ha vivido este año, con una media de "350 o 400 ml, concentrado casi todo en primavera", lo que sumado al "agotamiento de los acuíferos" desemboca en que los terrenos de plantación tienen "la mitad" del agua que normalmente tendrían.
Pero la situación no es nueva, si no que es más bien fruto de lo acontecido en los últimos cuatro años. En un año "normal", la precipitación media se sitúa en 550 ml, mientras que desde 2018, "llevan en 400 ml o menos". La concentración de precipitaciones en los meses primaverales de 2022 ha terminado por desestabilizar todo. En 2022 la cosecha de base será menos "por la sequía de varios años", confirma Juan Antonio, lo que, combinado a que la cosecha de 2021 fue "en seco", ha dejado a los olivares afectados. "Al ser en seco, el árbol sufre más en la recolección y llega a primavera con menos energía y menos flores", relata. Según estima, el olivar andaluz verá reducida su cosecha "en un 40%, aproximadamente", además de que "el resto de países mediterráneos está en circunstancias parecidas".
Dado que las olivas surgen de flores anteriores, si el árbol viene perdiendo flores, "la cosecha es menor". Esto se suma a que la aceituna de este año "tiene menos rendimiento". Juan Antonio explica que este fenómeno se produce ya que "el aceite se forma dentro de la aceituna en septiembre, que es cuando vuelve a llover, pero si no llueve la aceituna se queda encogida y no se produce la lipogénesis", lo cual deriva en "un menos rendimiento de la aceituna al tener menos grasa".
Posible aumento del precio
La cesta de la compra se ha encarecido con el paso de los meses y los consumidores temen que continúe esta tendencia, más aún en un producto que no puede faltar en ninguna despensa como es el aceite. En este sentido, Juan Antonio no se atreve a dar un valor de cuánto podría subir, ya que es un dato que varía mucho según la demanda y la oferta existente, pero sí que confirma que el riesgo está ahí. "Si el otoño es seco, a partir del propio otoño puede haber una subida, aunque esperemos que no suceda", revela a NIUS. No obstante, más allá del descenso de la oferta, los productores temen que se alcance esta situación ya que "cuando baja el consumo luego es más difícil enganchar de nuevo a los consumidores".