La sequía, la causa del acercamiento de animales salvajes a zonas urbanas: "Los abrevaderos naturales están secos"


Sus abrevaderos naturales se han secado por la falta de lluvias y es habitual verlos campar a sus anchas en zonas como la Axarquía malagueña
Busca el agua en parques y jardines con sistema de riego o fuentes
Los estragos de la sequía: un jabalí se refresca en una playa de Málaga a plena luz del día
Cada vez es más frecuente la presencia de animales salvajes como ciervos, jabalíes o cabras montesas en zonas urbanas. Campan a sus anchas por las calles de pueblos, ciudades y urbanizaciones. El motivo, según los expertos, la grave sequía de los últimos meses.
“Es la falta de agua y comida en el campo lo que los obliga a buscarla fuera”, explica a NIUS José Antonio Villadres, gerente de Don Animal, empresa responsable del servicio del parque zoosanitario de la Axarquía malagueña. Una zona en la que es habitual la presencia de jabalíes.
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Los abrevaderos naturales del campo se están secando. Cada vez son menos los yacimientos de los que emana agua. “Algunos han aguantado hasta el mes de agosto, pero ahora en septiembre apenas quedan”, nos cuenta. Precisamente, la plataforma ciudadana Marbella se queja comparte este miércoles las imágenes de un ciervo paseando entre las casas de Benahavis. “Ya es normal ver animales en zonas habitadas”, reconoce el experto.
Buenos días, hoy no han sido jabalíes, hoy nos ha visitado bambi. En benahavis. #msq #marbella
Posted by Marbella se queja on Tuesday, September 27, 2022
Son los rumiantes como cabras montesas o ciervos los que más acusan esta falta de agua ya que la necesitan para hacer la digestión. “Tienen que beber varias veces al día y comer alimentos frescos”, apunta Villadres. Al no encontrarlos en su hábitat, tienen que salir fuera. “En parques, jardines y zonas donde hay sistema de riego o fuentes”, nos explica el experto.
O incluso en el mar, donde el pasado agosto veíamos a un jabalí darse un chapuzón, a plena luz del día, entre los bañistas de una playa de Málaga. “Necesita refrescarse y desprenderse de los parásitos”. Una necesidad que la falta de lluvias les impide satisfacer en su medio natural y que puede resultar peligrosa. “Lo mejor es no acercarse, quedarse quieto y no correr”, recuerda el experto.