“Querida mamá, te escribo porque no aguanto más”: un joven de Granada cuenta en un videoclip su historia de bullying

Ismael tiene ahora 21 años. Durante su adolescencia, de los 12 a los 16, este joven sufrió bullying en su instituto de La Zubia, en Granada. Amenazas, insultos, agresiones. Un calvario que lo llevó a abandonar los estudios y a plantearse, en varias ocasiones, quitarse la vida. Nunca se lo contó a nadie, ni siquiera a su madre.

“Sientes que vas a quedar como un perdedor, un fracaso de hijo, una vergüenza”, explica a NIUS. Ahora, ha decidido dar el paso de contarlo de la mejor forma que sabe, con la música, su gran pasión. “Me salieron en el móvil varias noticias de casos de suicidios por bulling en el mismo día, volví a revivir mi historia y decidí que tenía que hacer algo”, asegura.

"Querida mamá, te escribo por qué ya no aguanto más". Así empieza su tema en el que narra en primera persona la historia de un joven que sufre acoso escolar y que se despide de los suyos, tras tomar la peor decisión de todas. “La realidad es que esa carta la he escrito muchas veces pero nunca me atreví a dar el paso”, reconoce.

“He vivido prácticamente todo lo que narro y hay episodios que he obviado porque son difíciles de explicar en una canción”, asegura. Ha llegado a casa con los pies ensangrentados al intentar recuperar las zapatillas que sus acosadores le quitaron y lanzaron tras una valla de alambres y todavía recuerda con escalofríos las veces que le han arrojado basura en el camino de vuelta a casa. No ha vuelto a jugar al fútbol desde que falló un pase de balón y uno de sus agresores le golpeó brutalmente en la cara.

Escenas diarias. “Risas, insultos, la sensación continua de que te juzgan”, señala. Una pesadilla constante que ha marcado su vida para siempre. “Jamás se pasa página de esto y se que jamás lo conseguiré”, asegura. Todavía se sigue cambiando de acera cuando se cruza con un grupo de adolescentes. “Agacho la cabeza, tiemblo, me da ansiedad”, afirma este joven que, a día de hoy, dice, es “una caja de inseguridades".

“Al final te terminas creyendo lo que te dicen: que das pena, que eres un fracasado, que no vales nada. El mismo mensaje cada mañana al llegar al instituto. Y asumes que va a ser así siempre. Que no vas a encontrar pareja, ni trabajo, ni amigos. Y el mundo se te viene encima y decides que no quieres estar aquí”, lamenta.

Ismael reconoce que su madre ha llorado mucho cuando escuchó la canción. “Ella se fue enterando poco a poco de lo que me pasaba, pasados ya los años, pero nunca imaginó que había llegado al punto de quererme quitar de en medio”, nos cuenta.

Gracias al IES Ángel Ganivet de Granada y a la ayuda de la profesora Ana C. Martínez que desarrolla un programa de convivencia, Ismael ha puesto imagen a su canción y su videoclip acumula ya más de 4.000 visualizaciones, en apenas 12 horas. “Hicimos un casting en el centro para elegir a los actores y ha sido un éxito”, celebra.

“Yo no soy ejemplo porque el mensaje que quiero transmitir es el contrario a lo que yo hice. Hay que contarlo, buscar una red de apoyo. Si lo hablas, se sale”, anima este joven que quiere, con su iniciativa, prevenir casos de bulling y salvar vidas. “A raíz del videoclip hay adolescentes que me están escribiendo para pedirme ayuda y eso es realmente bueno y emocionante”, asegura.

A Ismael todavía le queda un largo camino por delante y reconoce que la mayor sensación de justicia la ha tenido cuando algunos de sus acosadores le han llegado a felicitar por sus canciones. “Es acojonante. He visto a algunos en conciertos míos y otros por la calle, incluso, me han pedido una foto”, señala. Eso sí, ninguno le ha pedido todavía perdón, lamenta.