Drones, la nueva amenaza de la 'cárcel del Narco' de Algeciras: "Pueden meter drogas, móviles y hasta armas"


El avistamiento de drones es habitual en la cárcel de Algeciras, donde están la mayoría de presos por narcotráfico en el Estrecho
Desde el sindicato Acaip-UGT alertan de que es el nuevo ‘modus operandi’ para introducir drogas, móviles y hasta armas
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Hace meses que en la prisión de Botafuegos (Algeciras, Cádiz) se traspasan líneas rojas. Se ha pasado de las amenazas a los ataques a funcionarios. No solo dentro del recinto, si no fuera, donde los vehículos de algunos de ellos han aparecido calcinados. A esta situación inquietante, se suma ahora un nuevo ‘modus operandi’ que, desde hace unos años, va ganando fuerza en las cárceles españolas, siendo la de Algeciras claro ejemplo de ello.
Se trata del uso de drones para introducir objetos prohibidos. Precisamente, este lunes, los funcionarios encontraban materiales que dejaban constancia de una “entrega fallida” en el centro penitenciario. En este caso, dos teléfonos móviles, uno pequeño y otro de grandes dimensiones, cables de conexión y 30 gramos de hachís. Además de diverso material, como cuerdas y ganchos, introducido en una entrega que falló al intentar aterrizar dentro del centro.
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Si falla el sistema, no "pillan" a nadie
“No es la primera vez”, aseguran desde Acaip-UGT. El sindicato denuncia el “grave problema” que supone la asiduidad de drones sobrevolando sobre las cárceles españolas. Son portadores de objetos prohibidos como drogas, teléfonos e, incluso armas. “Es un método perfecto para ellos porque si falla no pillan a nadie, solo pierden la mercancía”, explican a NIUS.
Desde Acaip-UGT recuerdan que el Secretario General de Instituciones Penitenciarias, Angel Luis Ortiz, es conocedor de esta situación de la que fue informado hace unos meses, aprovechando su visita a la prisión algecireña. Su respuesta fue que existía un proyecto piloto que se quería implantar en el penal de Ceuta. “¿Y para cuándo las más de 80 prisiones restantes? ¿Habrá que esperar que ocurra alguna desgracia de imposible reparación? La realidad es que, a corto plazo, no hay plan de choque alguno”, lamentan.
Los inhibidores no detectan el 4G o 5G
El sistema de inhibición de las cárceles españolas está obsoleto. “Son aparatos inhibidores de frecuencia de teléfonos 2G o 3G, pero posteriormente no se han preocupado en hacerles ningún tipo de mantenimiento, por lo que los que no están fuera de servicio, tampoco sirven porque no tienen capacidad de inhibir a los nuevos terminales de 4G o 5G”, lamentan.
Botafuegos se ha erigido en la prisión de España donde más teléfonos móviles se interviene a sus internos. Casi 700 en los últimos 5 años. “Cada 2 ó 3 días se incauta uno”, explican. Una cifra que no sorprende en una de las cáceles que más internos relacionados con el narcotráfico y el blanqueo alberga. “Los utilizan para seguir dirigiendo sus actividades delictivas, desde el interior de la prisión, y mantener su status”, apuntan.
También los utilizan para obtener beneficio económico, ya que su precio en prisión oscila entre los 200 y 300 euros, o los alquilan. “Cuando no se pueden saldar las deudas, vienen los ajustes de cuentas, amenazas, coacciones, peleas, agresiones,…”, apuntan. Además, el uso de terminales supone un peligro para los propios funcionarios, porque se hacen llamadas avisando al exterior de los días de trabajo y horarios de entrada y salida de los trabajadores.