La laguna artificial de Doñana: la salvación de la fauna ante la situación extrema por la sequía


El llenado artificial de la laguna del Centro de Visitantes José Antonio Valverde sirve como refugio de fauna y como atractivo para visitantes
Alguna de las especies habituales en la zona se encuentra en peligro de extinción
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Doñana se seca. La situación de la Reserva de la Biosfera es extrema. Ni siquiera las especies que llegan a pasar el invierno tienen agua donde meterse. Prueba de ello es que se ha procedido al llenado artificial de algunas de sus lagunas. Es el caso de la del Centro de Visitantes José Antonio Valverde, en Aznalcázar (Sevilla).
Lo hace ante la ausencia de precipitaciones y dado que este enclave actúa como refugio de fauna y también como elemento dinamizador para las visitas del sector norte del parque, donde acuden numerosos visitantes de manera particular o en las visitas guiadas que realizan numerosas empresas de la zona.
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La laguna, diseñada con este doble objetivo, fue inaugurada junto con el centro de visitantes en 1994, con motivo del 25 aniversario de la declaración del Parque Nacional de Doñana. Desde entonces, sus aproximadamente 64 hectáreas de superficie, donde se han naturalizado diferentes ambientes marismeños, se han convertido en lugar de estancia y reproducción de multitud de especies de aves acuáticas que encuentran allí el hábitat ideal para desarrollar distintas fases de su ciclo vital.
El llenado se hizo en los últimos días de octubre, a través de agua subterránea, utilizando el 10 por ciento de los derechos adquiridos de recursos hídricos que tiene Doñana en la zona que son 400.000 hectómetros cúbicos.
Alguna de las especies habituales en la zona se encuentra en peligro de extinción como la garcilla cangrejera (Ardeola ralloides), o formando impresionantes colonias de crías como hace habitualmente el morito común (Plegadis falcinellus). Otras especies fáciles de ver en la zona son los flamencos, espátulas, garcetas comunes, ánades reales, cigüeñuelas, archibebes, agujas, cernícalos primilla, águilas culebreras, etc.
El centro de visitantes cuenta con servicio de guías, una exposición permanente, cafetería y tienda de recuerdos, pero sobre todo se ha convertido en un magnífico y cómodo observatorio de aves que se alimentan, duermen o crían a escasos metros del equipamiento.
La laguna permanente más grande de Doñana está seca
Un año especialmente complicado para este enclave, a causa de la sequía. A principios de septiembre, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) alertaba de que la laguna de Santa Olalla, la laguna permanente más grande de Doñana y la última que ha mantenido agua en agosto, había “terminado por secarse", quedando reducida a “un pequeño charco en el centro, donde ya no acuden las aves acuáticas". Es la tercera vez que ocurre desde que la Estación Biológica de Doñana-CSIC comenzó a registrar datos sobre el espacio natural en los años 70 del siglo pasado.
También la ONG SEO BirdLife alertó, a finales de septiembre, de que se estaba produciendo una pérdida de en torno al 80% de los humedales de este parque natural en el último siglo, lo que podría provocar que dejara de ser un refugio natural para las aves acuáticas que actualmente encuentran allí su hogar.