David Valero, "el chaval alto y delgaducho que reparaba bicicletas en Baza”, gana la Titan Desert de Arabia Saudí
El ciclista es natural de Baza (Granada), donde reside y entrena cuando su calendario se lo permite
Empezó ganándose la vida en el campo y en un taller de bicicletas
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Humilde, humano, constante, disciplinado y algo tímido. Así definen a David Valero sus paisanos. El ciclista de Baza (Granada), actual número 1 de la modalidad de cross country olímpico, sigue sumando éxitos y, este viernes, se hacía con el triunfo en la NEOM Titan Desert de Arabia Saudí. A pesar de ello, destacan, “te lo encuentras por la calle y es el mismo que hace unos años cuando no estaba en la élite”.
El chico “alto y delgaducho”, que ha puesto el nombre de Baza en el mapa mundial del ciclismo, empezó trabajando en el campo, siendo apenas un chaval. “Sabe lo que es levantarse a las 6 de la mañana para ganarse la vida”, cuenta a NIUS Antonio Vallejo, concejal de Deportes y Juventud del ayuntamiento de Baza.
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Es en su ciudad natal, donde vive con su familia, y da nombre a una calle, un circuito y una escuela de ciclismo en la que cumplen su sueño más de un centenar de niños. “No quieren ser Ronaldo o Messi, sino Valero. Eso es muy bonito”, reconoce el edil.
De ayudante en un taller a medallista olímpico
Sus primeras carreras sobre la bici eran clandestinas. “Se escapaba para correr y no decía nada”, nos cuenta Vallejo. Su relación con la bici empezó en un taller de reparación donde también trabajó durante un tiempo. Quién le diría entonces a aquel ayudante mecánico que esas manos llenas de grasa terminarían levantando trofeos a lomos de una bicicleta.
Gran parte de su entrenamiento lo hace en su tierra, en el Parque Natural de la Sierra de Baza, con 14 picos por encima de los 2.000 metros. “El secreto mejor guardado de Valero es su entorno”, señala el concejal que aboga por promocionar Baza como destino de entrenamiento para ciclistas.
El ciclista granadino no lo ha tenido fácil en la Titam Desert. Una caída en los primeros kilómetros le obligó a recuperar tiempo con el grupo de cabeza, pero después conseguía imponer un ritmo que solo podía seguir Julen Zubero. Ambos cruzaban la meta juntos, a siete minutos de sus perseguidores. “Mira que he estado en muchos sitios, pero aquí el ambiente es insuperable. Me ha gustado mucho, lo he pasado muy bien y espero volver en otras ediciones", ha expresado Valero.