Cuatro años de cárcel a un hombre en Jaén por dejar embarazada a una niña de 13

El hombre tenía 31 años cuando mantuvo una relación con la pequeña
Tanto el condenado como la chica declararon que se querían y las relaciones fueron "consentidas"
Al menos 54 condenados se han beneficiado ya de la ley del 'sólo sí es sí' y 12 han sido excarcelados
La Sección Segunda de la Audiencia de Jaén ha condenado a cuatro años de cárcel a un hombre de 36 años por mantener una relación de pareja con una niña de 13 años con la que llegó a tener una hija.
Como autor de un delito de agresión sexual a menor de 16 años, se le ha aplicado la reforma de la ley conocida como 'sí es sí'. El límite de la pena se sitúa ahora en seis años, frente a los ocho de antes de entrar en vigor la nueva ley.
MÁS
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press a través del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, establece la rebaja de la pena en un grado. Argumenta que no existe la certeza de que el varón conociera la ilicitud penal de su conducta.
Por tanto, esa duda "ha de resolverse a favor del reo", tal y como hace constar el tribunal. Actualmente, el acusado se encuentra en prisión por otros delitos, pero mantiene la relación con la víctima de este caso, actualmente con 18 años.
También el fallo le impone la prohibición de aproximarse a la chica, a su domicilio o lugar en el que se encuentra a una distancia inferior a 200 metros y de comunicarse con ella durante un período de dos años.
Asimismo, se le condena a dos años de libertad vigilada con la obligación de participar en programas formativos, laborales y culturales de educación sexual.
Siguen juntos y "enamorados"
Los hechos sentenciados se remontan a principios de 2018 cuando el acusado tenía 31 años y comenzó a salir con la menor que, según la declaración del condenado, le dijo que tenía 17 años, edad que él no puso en duda cuando unos amigos se la presentaron.
La verdadera edad de la menor, según indicó también él en el juicio celebrado el 10 de noviembre, la descubriría meses después cuando la menor sufrió una crisis epiléptica y la trataron al área de pediatría del Hospital, pero "ya era tarde" porque "para mí ya era muy difícil prescindir de ella".
La menor y el acusado llegaron a vivir con la familia de la menor que permitían una relación en la que ella llegó a quedarse embarazada. De esta forma, tuvieron una hija que les fue retirada por Servicios Sociales y que ya ha sido entregada en adopción.
Cuando en 2019 el acusado entró en prisión, dejaron por unos meses de estar juntos, pero volvieron nuevamente desde la cárcel y a día de hoy tanto él como ella aseguran que siguen juntos y "enamorados" y por eso el tribunal rechaza la indemnización de 3.000 euros solicitada por el Ministerio Fiscal.
El procesado dijo que la menor no aparentaba 13 años y que era "muy madura" para su edad. Ha negado también haberla obligado a mantener relaciones sexuales con él porque "todo fue consentido".
"Yo la quería y no paré a preguntarme nada", ha relatado el acusado para justificar el haber seguido adelante con la relación a pesar de conocer que la que considera su pareja era una niña de 13 años cuando comenzó a salir con ella.
"Me apetecía, lo sigo queriendo"
La joven también declaró en el juicio por videoconferencia y aseguró que el acusado no fue el primer hombre con el que mantuvo relaciones sexuales. "A mí me apetecía, lo quería y a día de hoy lo sigo queriendo", dijo la joven.
Pronunció ante el tribunal frases como "me lo ha dado todo", "con nosotros se portaba muy bien" y "estaba enamorada de él y sigo enamorada". También compareció en calidad de testigo la madre de la joven que ha dicho que su hija "tenía la mentalidad de una persona de 20 años" y que ella no veía bien la relación, pero, "si ellos se gustaban y se querían, qué iba a hacer".
El caso de esta joven se destapó cuando desde el IES en el que estudiaba se contactó con Servicios Sociales por considerar que la niña podía estar siendo víctima de una situación de violencia sexual. A partir de ahí fue una reacción en cadena, ya que ella se quedó embarazada e incluso tuvo que entrar en un centro de protección de menores.
La defensa abogó por la libre absolución por considerar que el acusado y la joven conformaban un núcleo familiar donde no ha habido abusos sexuales porque "las relaciones sexuales fueron plenamente consentidas".
Sobre este punto, la sentencia lo rechaza al excluir la simetría de edad entre la menor y el acusado, existiendo una diferencia de 18 años entre ambos. A ello le añade el no contar con prueba alguna para afirmar que la menor presentara un grado de madurez superior a propio de su edad.