Una opositora recupera el portátil que perdió en Málaga gracias a la honradez de quien lo encontró: “Solo quería mis apuntes”


Cristina Onaindia se dejó olvidada la mochila con su portátil en una parada de autobús de Málaga a 10 días del examen "de su vida"
En esa parada colgó un cartel para que le devolvieran los apuntes para su examen y una foto de un ciudadano se hizo viral
Este martes recuperó la mochila en la oficina de Objetos Perdidos de la empresa malagueña de transportes (EMT)
Cristina Onaindia no usa redes y no tenía ni idea de que el cartel que colocó en una parada de autobús en Málaga donde se olvidó su portátil se había hecho viral. Una niña de 9 años que lo vio cuando iba con su padre tuvo la buena idea de proponerle que lo compartiera en sus redes y funcionó. El ordenador terminó en la oficina de Objetos Perdidos de la EMT (Empresa malagueña de transportes) gracias a quien lo encontró y ya está con su dueña. “Estoy inmensamente agradecida, he sentido la solidaridad de la gente cuando yo solo quería recuperar mis apuntes”, relata a NIUS la opositora.
Encontrar la mochila ha significado más un gesto simbólico que el valor económico que tiene para ella. “Saber que mucha gente se ha preocupado porque vuelva a mí, me ha parecido maravilloso”, asegura. A día de hoy no sabe quién lo encontró y lo dejó en la Oficina de Objetos Perdidos pero, desde aquí, quiere agradecerle la honradez de devolverlo.
MÁS
El día 8 de diciembre subió al autobús y cuando llegó a casa se dio cuenta de que se le había olvidado el ordenador. Su pareja se acercó rápidamente a la parada pero ya no estaba allí. Su única intención era recuperar los apuntes para el examen y así lo dejó reflejado en la nota que colgó: "Ayer olvidé aquí mi mochila con un portátil y mis apuntes del examen más importante de mi vida. Ofrezco recompensa", rezaba el cartel. Y la posdata destacaba que "si no quieres devolverme el ordenador, por favor devuelve los apuntes".

El ordenador lo recuperó este martes y “el examen de su vida” para conseguir una plaza de funcionaria de instituciones penitenciarias lo tuvo el domingo pasado. Esto quiere decir que, a priori, de poco le sirvió para el día clave pero, aunque no lo crean, perderlo fue para ella lo mejor que le ha pasado en la vida: “Al no tener los apuntes del tema que peor llevaba, no me quedó otra que hacerlos de nuevo… y así que aprendí todavía más”, relata Cristina a quien le preocupaba sobre todo los apuntes de la Ley de Contratos del Sector Público.
“Que la gente se haya volcado conmigo ha sido muy emocionante, me parece increíble”, reconoce Cristina quien ya tiene su portátil, con sus apuntes, gracias a la cadena de solidaridad que levantó aquel cartel escrito con el corazón colgado en la parada del autobús.