El SOS desesperado de un bar de Almería a sus vecinos: “Si venís de vez en cuando, no tendré que cerrar”


Mari Trini abrió el negocio hace dos meses en Balerma (El Ejido) invirtiendo todos sus ahorros, pero la gente no entra
Hace un llamamiento a sus vecinos para no tener que echar la persiana por la falta de ganancias
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Hace dos meses que Mari Trini abrió el negocio con toda la ilusión del mundo. Café Bar Las Niñas, en pleno centro de Balerma, en El Ejido (Almería). Tras la barra, también su marido y sus dos hijas de 22 y 27 años. Un proyecto en el que invirtieron todos sus ahorros. “Alquiler, arquitecto, obra, pintura,…”, enumera a NIUS esta emprendedora de 52 años.
Sin embargo, la clientela y las ganancias no han cumplido con las expectativas de esta familia. Apenas, diez clientes al día entran por la puerta. “No se trata de que no les guste lo que servimos, es que ni siquiera entran”, asegura Mari Trini que lo achaca a que el negocio ha estado cerrado mucho tiempo, antes de hacerse con él, y ha perdido a los clientes de siempre. “La gente se acostumbra a un bar y ya no cambia”, apunta.
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“En un mes hemos tenido una ganancia de 13 euros. Así es imposible”, se lamenta esta mujer que reconoce que la situación le está afectando. Dos meses esperando a unos clientes que no llegan. “Tengo ansiedad y depresión”, explica. Por eso, ha decidido hacer un llamamiento a sus vecinos, a través de las redes sociales. “Ya va a hacer dos meses que abrí y voy a tener que cerrar el bar con todo el dolor de mi alma”, escribe.
Llamamiento desesperado: "Solo os pido que, cada día, vayáis uno"
Mari Trini quiere una oportunidad para seguir con su negocio. “Solo os pido que, cada día, vayáis uno”, implora esta propietaria que recuerda que, aunque en invierno hay poca gente en el pueblo, son más de 4.000 habitantes. “Si vais de vez en cuando, no tendré que cerrar”, apunta.
El Café Bar Las Niñas está abierto desde primera hora, para los más madrugadores. “A las 5.30 de la mañana ya estamos funcionando con los desayunos, no cerramos a mediodía y estamos abiertos hasta casi las ocho de la tarde”, recuerda esta hostelera.
“Tengo muy buen café, ricas tostadas con pan de chapata, gofres, sandwiches calientes, refrescos y tapas frías de carne con tomate, ensaladilla rusa, tortilla de guisantes”, pregona en sus redes sociales con la esperanza de que sus vecinos acudan a probar las especialidades de la casa, como las tostadas con base de tomate o alioli.
De momento, el llamamiento de Marti Trini está dando sus frutos. En menos de 24 horas, la clientela se ha multiplicado por cuatro. “Me dicen que vienen para apoyarme”, señala, agradecida. Y lo más importante, se van satisfechos con el servicio y la comida. Ahora, esta familia almeriense solo espera que la tendencia continúe y que los clientes que prueban hoy, vuelvan también mañana.