Pacientes con cáncer reciben tratamientos de belleza gratis en Granada: “He vuelto a verme siete meses después”


Una veintena de esteticistas granadinas participan en la jornada solidaria 'Dona Belleza'
Las profesionales realizan tratamientos de belleza gratuitos a pacientes oncológicos
A lo largo del día pasarán más de cuarenta personas en su mayoría mujeres: "Está siendo una experiencia maravillosa"
Las puertas del centro de estética de Andrea Lucero, en Armilla, Granada, han abierto este martes por una razón solidaria: “Dona Belleza”. Es la primera vez que se unen más de una veintena de profesionales del sector para realizar tratamientos de belleza a pacientes oncológicos. “A lo largo del día pasaran unas 45 personas, la mayoría mujeres”, relata a NIUS Andrea Lucero.
El objetivo de esta jornada solidaria es regalarles a estas personas un día especial: “Que desconecten del día a día, que se sientan queridas”, asegura Andrea. Los pacientes reciben tratamientos de oncoestética “con productos ecológicos y naturales”, explica. Desde tratamientos faciales y corporales de hidratación, micropigmentación, reflexología podal, manicura, pedicura o maquillaje, son algunos de los tratamientos que están realizando.
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“Me he vuelto a mirar”
Patricia Ortiz tiene 39 años y es vecina de Granada. Trabajaba limpiando en un bar y en casas hasta que, un “bultito en el pecho que se movía mucho”, le terminó cambiando la vida. Le diagnosticaron cáncer de mama y hace tres semanas que la operaron. Desde entonces, con tres hijos menores, citas médicas, quimio y las tareas del día a día, apenas ha tenido tiempo para ella. “Me acabo de volver a ver, hace siete meses que no me miraba”, confiesa agradecida tras verse en el espejo recién maquillada y con la manicura hecha. “Ha sido encantador venir aquí, muy placentero, un subidón de energía”, asegura.
“Una labor increíble”
“Me siento como en otra dimensión”, dice Fátima, tras recibir un masaje en pies, manos y un tratamiento facial. “Están haciendo una labor increíble”, confiesa. Aunque parezca fácil, sacar tiempo para dedicárselo a una resulta complejo. Esta jornada solidaria ha hecho que salgan de sus quehaceres diarios para coincidir con personas que han pasado o están pasando por experiencias similares. “Ahora me veo rara porque después de la quimio apenas tenía cejas”, relata Josefa tras el microblading. Un día especial, lleno de mimos y cuidados que las llenan de energías para seguir afrontado el proceso por el que está pasando cada una: "Me he sentido cuidada y querida, ha sido como una pausa placentera en el camino", confiesa Beatriz justo antes de salir del centro.