La Junta de Andalucía declara Bien de Interés Cultural el arte tradicional de la cetrería


La Junta quiere "garantizar la perdurabilidad en el tiempo de esta actividad ancestral"
La Unesco incluyó la cetrería en la lista representativa de Patrimonio Cultural de la Humanidad
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El Consejo de Gobierno ha aprobado este miércoles el decreto por el que la cetrería en Andalucía se inscribe en el Catálogo General del Patrimonio como Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de Actividad de Interés Etnológico. Una actividad que ostenta "unos valores específicos y propios en esta región, tanto históricos, etnológicos, artísticos, sociales y de protección del medio natural", según explica la Junta en un comunicado.
Con la protección de la cetrería como Bien de Interés Cultural "se garantiza la perdurabilidad en el tiempo de esta actividad ancestral", que goza de unas singularidades en la comunidad andaluza, y que, en la actualidad, es una actividad recreativa que aglutina tradición, conocimientos sobre biología animal, veterinaria, orfebrería o guarnicionería, así como valores educativos y medioambientales.
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La cetrería o "el arte tradicional y la práctica para mantener, adiestrar y volar aves de presa para obtener piezas en su estado silvestre" se ha practicado durante más de 4.000 de años. La Unesco la incluyó en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Primera referencia
Se difunde en la Península a través de las cortes medievales andalusíes, cuyos monarcas practicaban esta actividad. Posteriormente, es adoptada por los reyes de Castilla y Aragón, que también la toman como hábito recreativo, extendiéndose al resto de Europa.
La primera cita referida a la cetrería que existe en la Península se encuentra en la obra 'Etimologías' de San Isidoro de Sevilla (570-636 d.C.), donde al hacer una clasificación de las aves se recoge "unas se posan en la mano del hombre, como el halcón".
Además, existen abundantes pruebas documentales, artísticas, arqueológicas e incluso aportaciones cetreras andalusíes a la lengua castellana con términos como lonja, copla, gerifalte, prima o neblí.
Este arte de caza, que entra a formar parte del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (Cgpha) con la figura de máxima protección, está vinculado a diversas artesanías en Andalucía, como la del cuero, el metal, el latón y la alpaca, materiales con los que se fabrican los cascabeles cetreros -denominados prima y bordón-, siendo esta región el único lugar donde se fabrican en la actualidad.
La artesanía de la madera o la construcción de posaderos para las distintas especies utilizadas en esta actividad, también están relacionadas con esta forma de caza natural.
Un arte extendido
Andalucía es uno de los lugares de España donde hay más adeptos a la cetrería. Destacan el alto número de cotos sociales y privados donde se practica, lo que promueve la transmisión de las técnicas de adiestramiento de las aves. Otra labor social es la cetrería en los aeropuertos, donde las aves dirigidas por cetreros velan por la seguridad de los vuelos, limpiando el aire de otras aves.
En este sentido, la Junta subraya la importancia que tiene la subsistencia de estas aves (halcones, águilas y azores) en los cielos andaluces, ya sea de forma salvaje o domesticada, estando muchas las subespecies protegidas por la Ley de Medio Ambiente y poblando las reservas naturales, lo que facilita el equilibrio de los distintos ecosistemas.
A ello se añade la cría en cautividad de las aves de cetrería, actividad también implícita en esta práctica, lo cual supone un revulsivo genético de indudable valor ecológico.