Las playas de Torremolinos ponen a prueba unas taquillas para alquilar sillas y sombrillas por minutos

El precio de una silla de Sloowy es inferior a un euro por una hora
Cada cliente tiene una taquilla, donde recoge y devuelve el mobiliario
Es el primer ejemplo de economía colaborativa en playas en España
La procesión de personas con sus sillas y sombrillas a cuestas, avanzando hacia la playa, es una estampa corriente de las costas españolas por estas fechas. Usted mismo puede ser una de esas personas que, como cada mañana, ha plantado sus cosas en la arena para disfrutar de un día de mar y arena. Al acabar su jornada, limpiará la arena que queda impregnada en todo lo que ha traído y vuelta a casa. Todos los días. Hay quienes disfrutan este ritual, y hay quienes agradecerían ir más ligeros de peso a la playa; para poder cargar cuatro cervezas más en la mano que lleva la silla, por ejemplo.
A las demandas de este segundo grupo de personas ha llegado Sloowy, la primera empresa de Sloowybeach sharing Una iniciativa que salió de una incubadora de startups con una propuesta sencilla: ve a la playa con las manos vacías y alquila tus sillas y sombrillas por minutos. Solo se necesita una app y una cuenta para reservar el mobiliario. Así de sencillo.
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La empresa, que ha comenzado su actividad en Torremolinos, facilita su servicio con puntos de recogida self service en los que cada cliente hace una reserva personalizada por minutos. El slogan de la empresa es fácil de recordar: la nueva forma de ir a la playa. Su funcionamiento es igual al de las aplicaciones de reserva de coches, motos o patinetes eléctricos. El cobro se hace por minutos de uso al finalizar el servicio.
Al frente de esta startup están Gonzalo Alonso y Jose Juan Morante, dos jóvenes madrileños que decidieron empezar a probar su modelo de negocio en el litoral malagueño por la gran cantidad de pernoctaciones que hay en esta zona de costa durante el verano. El éxito evidente que las empresas del sharing están teniendo, como AirBnb, Muving, Blablacar o Lime, les supuso un reto: llevar el mismo modelo económico a las playas. “La joya del turismo español, el sol y la playa, lleva años queriendo digitalizarse y conseguir formatos más sostenibles. Muchos de nuestros clientes nos han dicho que es tan cómodo y fácil usar Sloowy que era lógico que llegase algo así”, cuenta Gonzalo, CEO de la compañía.
Otra de las razones que llevó a esta pareja de emprendedores a fundar su negocio es el auge de las smart beaches y la sostenibilidad de las playas: “Veíamos que las playas estaban llenas de hamacas de plástico, en contacto con el agua, con los problemas de contaminación que esto supone. Nuestro mobiliario está hecho de madera y poliéster. Queremos conseguir que nuestro modelo sea circular y sostenible para las playas”.
El nombre de Sloowy recuerda al del Movimiento Slow, que promueve calmar las actividades humanas. “Estar en la playa es sinónimo de relajación; lo contrario al modelo fast food, fast fashion o fast mobility que hoy en día encontramos en cualquier lado”, explica Gonzalo al ser preguntado por el nombre de la compañía. Además, no descarta que Sloowy pueda ser “un refuerzo” para los chiringuitos y otros comercios que quieran añadir este servicio a sus clientes colocando un punto de recogida.
Con Sloowy, las startups aterrizan en las playas para ofrecer algo básico: silla y sombrilla. Sus Slow points -puntos de recogida- cuentan con varias taquillas en las que cada cliente recoge sus productos según les indique la aplicación cuando hace la reserva. La app de Sloowy funciona todos los días de 9h a 21h y el precio de la hora de alquiler por silla no supera el euro. Además, el mobiliario cuenta con un chip que alertará a los clientes si están yendo con el mobiliario fuera de las zonas permitidas. Quizás, en un tiempo, estemos compartiendo sillas de playa.