Amparo, la cantaora que se hizo popular en la Feria de Sevilla de la pandemia: "No conocía a mis vecinos, ahora nos vamos de cañas"

"En los momentos más críticos es cuando la gente muestra una cara diferente a la habitual". Amparo Lagares era artista flamenca antes de la pandemia y un virus no pudo cambiar su talento, aunque sí su público: "Yo no conocía a mis vecinos, ahora me voy de cañas con ellos y quedamos para sacar a los perros juntos".

Algunos por el nombre sabrán perfectamente quién es esta sevillana. Otros en cuanto vean el vídeo cantando sevillanas de Pareja Obregón se darán cuenta de quién hablamos. Amparo se hizo viral en 'la Feria que no fue'. Una sorpresa de sus vecinos dio la vuelta a las redes sociales.

"Lo recuerdo como algo muy bonito. Mis vecinos se volcaron. Pusieron farolillos de calle a calle y me hicieron bajar a cantar por sevillanas", explica con voz sonriente al recordar aquel momento en pleno confinamiento, cuando aún no asimilábamos lo que estaba pasando y no sabíamos cuánto iba a durar.

Este año Amparo no tendrá que limitarse a cantar en el patio de vecinos, ni a relacionarse metros de distancia de ellos, ni de nadie. Ahora podrá sentir el calor del público, y darle con sus volantes al pasar a cualquiera que se cruce. "Hombre, como todos los feriantes, hay ganas de pisar el Real. Ahora mismo me pillas yendo al centro a por los últimos detalles para una feria, cómo decirlo, entre comillas, normal", cuenta a NIUS.

Lo normal, de siempre, que para ella y sus vecinos aún es algo desconocido como grupo. Y es que, a pesar de todo lo malo que trajo 2020, también quedaron cosas buenas. "Recuerdo que la semana de Feria nos pasábamos los farolillos entre vecinos como si fuese contrabando", ríe la cantaora consciente de que "todos preferimos la feria de siempre, pero todo tiene algo bonito y aquella feria tuvo ese momento especial y yo he conocido a mis vecinos con los que ahora tengo un grupo de amigos".

El homenaje a Amparo fue fundamentado. Sus vecinos mostraron una hermandad que aún dura a día de hoy. Ella les dio a ellos un instante de alegría semanal más que agradecido en un momento tan difícil. "Desde que empezó el confinamiento alegraba los domingos a la gente cantando desde la azotea", haciendo olvidar con su música y su voz lo que pasaba fuera de aquel bloque de vecinos.

Dos años después, la música sigue sin faltar en ese bloque de la insigne calle Castilla. Tampoco faltan las risas, las cervezas, ni los animales de compañía a los que también el confinamiento les trajo una nueva manada. Esta Feria de Abril los que animaron Castilla, a lo mejor se animan a base de coplas unas cuantas calles más allá, pero seguro que vuelven a brindar juntos.