Ángel Andrés, el árbitro de la paz que charla con la afición antes de cada partido en Málaga


Ángel lleva pitando partidos desde 1994 y le llaman el árbitro de la paz
Empezó a parar partidos cuando se escuchaban insultos dentro o fuera de campo
Ahora ha creado el VAR de la honestidad y el de la afición
Vestido de negro desde 1994, Ángel Andrés se cansó un día de luchar solo con su silbato contra todo aquello que no le gustaba del fútbol. Así fue como este profesor de Benalmádena y árbitro federado empezó a parar los partidos cada vez que sonaba un insulto dentro o fuera del campo.
"He vivido situaciones de insultos y amenazas que en cualquier otro ámbito se verían aberrantes", explica a NIUS Ángel Andrés, "sin embargo en el fútbol estaban normalizadas". Acabar con eso era difícil, pero él lo intentó y se ganó el apodo de "árbitro de la paz"; bajo esas tres palabras fue creando una leyenda, la de que no todo valía en el fútbol.
Cada partido que dirige a benjamines o alevines se convierte en una lección de honestidad. Antes de empezar habla con la grada donde están los padres. "Son los primeros referentes de los chicos y por eso son decisivos", dice Ángel.

Desde la plataforma 090 que promueve el juego limpio en Málaga, el árbitro de la paz les habla a los padres de un VAR muy especial, "ver, animar y respetar", explica Ángel que no concibe que el fútbol sea divertido sin respeto, "y en el caso de que haya diversión sin respeto, tenemos un grave problema", apunta.
Antes del partido, Ángel Andrés da una segunda charla, esta con los jugadores del equipo. A ellos les habla de otro VAR, el de la honestidad. Pide que sean honestos y que le corrijan si se equivoca aunque les perjudique a ellos. "El sábado pasado en un saque de banda un jugador me corrigió y me dijo que la había tocado él", recuerda con orgullo Ángel... pequeños detalles de un fútbol que nació del hombre al que más justicia se le exige en cada partido, el árbitro.