La comunidad marroquí en Andalucía celebra el regreso de la Operación Paso del Estrecho

Más de tres millones de personas volverán a cruzar el Estrecho con sus coches tras dos años de parón por la pandemia
"Han sido dos años muy duros. España nos abrió las puertas cuando lo necesitábamos"
El cierre de la frontera con Marruecos reduce un 80% las empleadas de hogar en Melilla
Adnan llegó hace quince años a Granada. En España ha formado una familia y ha creado una empresa. "Tengo una agencia de viajes que principalmente recibe grupos de Marruecos y Arabia Saudí y, también, es la única empresa andaluza y una de las únicas de España que ofrece la peregrinación a la Meca", explica Adnan. La cancelación de la Operación Paso del Estrecho de los últimos dos años por el cierre de fronteras que decretó Marruecos por la pandemia ha hecho tambalear la familia y la empresa de Adnan.

"Han sido dos años muy duros. España nos ha abierto las puertas cuando lo necesitábamos y es nuestro segundo país. En Marruecos tengo a mi madre. Soy hijo único y tengo que ir a cuidarla". Antes del cierre de la frontera, Adnan visitaba a su madre cada dos meses como mucho. "En estos años era muy complicado, tenía que ir en avión y costaba 500 o 600 euros. A eso había que sumarle un coche de alquiler para llegar hasta mi ciudad. Además, ir en avión, no me permitía llevar equipaje ni nada a mi país".
A los 500 euros más que le costaba visitar a su madre, hasta ahora, a Adnan el cierre de la frontera le ha salido muy caro. "Abrí un restaurante de comida árabe al lado de mi agencia para dar otro servicio más a mis clientes. Lo abrí en enero de 2020. En marzo llegó la pandemia". Ni clientes, ni familia, "aguantar pagando deudas".
La vida entre fronteras
Como Adnan son más de 3 millones de personas las que han tenido que poner en pausa su vida al otro lado del Estrecho. "La frontera es una vía de conexión entre dos países. No es solo los marroquíes que regresan a casa, también hay muchos españoles que viven en Marruecos", razona Ahmed, un marroquí que ejerce de abogado en Jaén y reside en Granada desde hace más de diez años.
"Soy licenciado en Literatura francesa y en Derecho en lengua francesa, así que mi objetivo era afincarme en Francia, pero llegué a Granada por un programa de Derechos Humanos de la UE y el destino hizo que al final me quedase aquí". Al igual que Adnan, Ahmed también ha formado una familia en Andalucía pero nunca sin olvidar a la que deja en Marruecos. "Nuestra vida está entre dos fronteras, para nosotros cruzarla es el paso previo al reencuentro, frontera significa reencuentro, por eso aunque sea un viaje muy cansado se hace con mucha alegría, con mucha ilusión".

"Suelo bajar en agosto el mes entero. En estos dos años, uno no pude ir y el otro entre el precio del avión y las fechas solo pude ir 18 días en agosto. Muy poco para estar con la familia después de casi dos años".
"Hay muchas relaciones económicas. Marruecos es el punto de conexión entre Europa y África y Andalucía no puede olvidar que para prosperar debe buscar empresas en el sur, no en el norte. Por situación estratégica y precios Andalucía tiene que mirar a Marruecos para crecer económicamente", explica Ahmed.
Razones económicas, personales o ambas. La imagen de las largas colas de vehículos cargados como un tetrix esperando a embarcar, volverá a los puertos andaluces. Una "alegría" que llevaban "mucho tiempo esperando" de un lado y del otro del Estrecho.