Granada frena las marchas de camiones en el centro de la ciudad a golpe de decreto

El decreto limita la circulación de vehículos pesados por motivos medioambientales
La medida estará en vigor hasta el viernes 25 de marzo
Los vehículos pesados con autorización sí podrán acceder
Al cabo de la primera semana desde que se convocase la huelga de transportistas en España, el Ayuntamiento de Granada ha decidido aplacar las consecuencias de las marchas lentas en el centro de la ciudad a golpe de decreto. Entre el lunes y el miércoles, la mayoría de camiones y vehículos especiales no podrán acceder al centro urbano. En las últimas jornadas, algunos tractoristas y conductores de otros vehículos pesados se estaban uniendo a las protestas que llegan a su séptimo día.
La concejalía de Protección Ciudadana y Movilidad del consistorio granadino ha emitido un comunicado mediante el que anuncian la nueva restricción a la circulación por el centro de la capital para aquellos vehículos que superen los 3.500 kilogramos de masa máxima autorizada (MMA). Según el documento, las concentraciones de tráfico en el centro de la ciudad pueden suponer un problema medioambiental.
No se habla de las protestas
Así, el Ayuntamiento de Granada limita por completo las marchas lentas en su centro urbano. La limitación estará en vigor hasta este viernes, 25 de marzo, y es extensible a todos los vehículos especiales, cabezas de camión y tractores. Sin embargo, se contempla la salvedad para aquellos que cuenten con una autorización municipal previa para acceder o que se encuentren transportando materiales para las obras que se desarrollan en el centro. Es decir, nadie podrá entrar con el ánimo de participar en una marcha lenta.
Por otro lado, resulta interesante atender a los detalles de la estrategia que ha trazado el consistorio granadino. Con la ley en la mano, la concejalía ha valorado los riesgos medioambientales de las marchas lentas para mitigarlas o desplazarlas a otras zonas de la ciudad. El documento no menciona las protestas, las reivindicaciones de los transportistas u otros derechos derivados de las huelgas, como el de expresión o reunión; tampoco los problemas de movilidad. Solo el riesgo de sufrir perjuicios medioambientales. Estas concentraciones, que estaban produciendo importantes ralentizaciones en el tráfico y cortes de calles y avenidas, tendrán que moverse hasta otras zonas. Al menos, hasta la semana que viene.
La causa medioambiental podría ser usada por otros ayuntamientos
Esta medida, la carta de los decretos medioambientales, ha sido pionera en España desde que se convocase el paro de transportistas. Hasta el momento, casi todas las capitales de provincia en Andalucía han sufrido fuertes ralentizaciones en la movilidad de sus calles a causa de las marchas lentas. El último caso más sonado, el de Málaga. El riesgo de emisión de gases contaminantes en grandes proporciones podría ser utilizado por otros ejecutivos locales para despejar las huelgas a zonas menos importantes de las ciudades. Por el momento, ninguna institución política ha secundado o emulado la iniciativa.