El Hospital Regional de Málaga salva la vida de un paciente con una rotura cardíaca de 5 centímetros


Es la primera vez en el mundo que se repara un corazón con un orificio tan grande
"En la mayoría de estos casos el paciente no llega vivo al hospital"
Tras 40 días de UCI, el paciente ya ha sido dado de alta y se recupera en su domicilio
Profesionales del Hospital Regional Universitario de Málaga han salvado la vida a un paciente con una rotura cardiaca de gravedad a consecuencia de un accidente de tráfico. No existen referencias de un caso similar a nivel mundial, únicamente otro caso con una evolución semejante por caída desde gran altura en 2016 en Galveston, Estados Unidos.
El paciente, Francisco Camacho Pascual, de 73 años, llegó en estado crítico al Hospital General tras sufrir un grave accidente de tráfico donde, tras una primera atención por los profesionales del servicio de Urgencias en colaboración con Radiología y Cardiología, fue estabilizado.
Tras confirmarse la existencia de un gran orificio de 5 centímetros en la pared derecha del corazón, fue trasladado a la Unidad de Cardiacos Agudos de la Unidad de Cuidados Intensivos muy inestable, en situación muy crítica, con altas probabilidades de no superar la situación o quedar con graves secuelas.
Tras la estabilización hemodinámica, los profesionales de la UCI comprobaron que la rotura cardiaca no estaba contenida y que su vida corría peligro inminente, motivo por el que fue trasladado de manera urgente a quirófano.
El cirujano cardiovascular José Francisco Valderrama explica que la situación era aún más crítica porque el paciente había sido sometido a una cirugía previa en la que se le había extirpado el pericardio, la membrana que rodea al corazón para protegerlo.
De este modo, el equipo, compuesto por dos cirujanos cardiovasculares, un residente de esta especialidad, un anestesista, tres enfermeras, una TCAE y un perfusionista, trabajaron con la prioridad de conectar de forma inmediata al paciente a una máquina de cirugía extracorpórea.
Gracias a este primer paso, indispensable para la cirugía, los cirujanos lograron vaciar el corazón de sangre antes de abrir el esternón, evitando que el paciente falleciera por exanguinación. "Tras despegar las adherencias de una cirugía previa, localizamos el defecto cardiaco y conseguimos repararlo suturando un parche de pericardio bovino a las paredes del ventrículo", señala Valderrama.
Por su parte, el intensivista José Andrés Arboleda explica que durante su estancia de 40 días en UCI estuvo monitorizado "para mejorar la función de un corazón derecho recién reparado y mantener al paciente estable tras la intervención.
Una vez estabilizado y habiendo mejorado la función de su corazón, comenzó el periodo de despertar, recuperación y rehabilitación con ayuda de los rehabilitadores, hasta conseguir que volviera a respirar de forma normal y mejorara su fuerza muscular lo que permitió la desconexión de la ventilación mecánica.
Cuando estuvo en condiciones óptimas, pasó a planta donde, según comenta el jefe del servicio de Cirugía Cardiovascular, Fernando Calleja, “un equipo de cirujanos cardiovasculares, enfermeras de planta y técnicos de cuidados de enfermería velaron por la buena evolución del paciente hasta su alta domiciliaria”.
Único en el mundo
La rotura de una de las cavidades del corazón se puede producir por varios motivos. Algunas veces puede ocurrir por enfermedades como el infarto de miocardio o la miocarditis aguda. Otras pueden ser consecuencia de una complicación en cirugía cardiaca o por heridas causadas por arma blanca o arma de fuego. Finalmente, puede ser consecuencia de un traumatismo cerrado sobre el esternón, como es la realización de un masaje cardiaco en la resucitación cardiopulmonar, una caída desde gran altura o, como este caso, por un accidente de tráfico, que es lo más frecuente.
"Lo habitual en estos casos es que el paciente no llegue vivo al hospital y, cuando lo hace, la tasa de mortalidad es altísima. Este caso ya ha sido aceptado para su presentación en el próximo congreso nacional de la especialidad", agrega José Francisco Valderrama.
Así, explica que han tenido acceso a un caso de rotura cardiaca por caída desde gran altura y cirugía previa que fue intervenido con éxito en Galveston, Texas, ciudad que casualmente recibe el nombre de un malagueño, Bernardo de Gálvez.
El jefe de sección de la Unidad Coronaria de la UCI del Hospital Regional Universitario de Málaga, Emilio Curiel, explica que en este tipo de casos, el paciente fallece en el escenario del accidente o durante la atención por parte del equipo de emergencias.
"Se debe fundamentalmente a que la rotura del músculo cardiaco conlleva una salida de sangre al pericardio que hace que el paciente sufra lo que llamamos como 'taponamiento cardiaco' y es que la sangre en el pericardio comprime tanto al corazón que no lo deja hacer su función adecuadamente".