Vende un coche en Marbella y acaba secuestrado en Jaén tras una usura en la entrega a cuenta


Le pidieron 20.000 euros de intereses por los 1.800 que le habían entregado de adelanto por el coche
Quería vender su coche en Marbella. Puso un anuncio y alguien le respondió desde Jaén y allí que se fue para cerrar el acuerdo. De los 2.300 euros que pedía, el comprador le entregó solo 1.800 euros. Quedaban 500 euros a pagar con la entrega del vehículo, pero la operación nunca se cerró.
Sin acuerdo final, el vendedor le devolvió los 1.800 euros. Todo parecía normal, pero ni mucho menos. Porque en ese momento el comprador que no compró le pidió 20.000 euros en concepto de intereses por el tiempo que había tenido sus 1.800 euros. A la surrealista petición se negó al pago asegurándole que no le debía nada puesto que le había devuelto el dinero que puso para comprar el coche.
La venta que se convirtió en secuestro
En ese momento sin embargo, otra persona entró en la conversación pistola en mano y le agredió con ella en la cabeza. Había un tercero esperando y entre los tres lo metieron en un coche. La compraventa se había convertido en un secuestro. En un descuido, la víctima consiguió saltar del coche en marcha, pero volvieron a darle alcance.
Tras agredirle nuevamente, le quitaron la cartera en la que guardaba algo más de dos mil euros. No era suficiente para acabar con la pesadilla. Tras dejarlo tirado y semiinconsciente en plena calle le amenazaron de muerte si no les entregaba los 20.000 euros en efectivo en el plazo de dos semanas.
Ni un día tardó tras curarse las heridas en declarar a la Policía Nacional todo lo ocurrido. Los agentes ya habían conseguido el testimonio de algunos testigos y hasta una grabación de la agresión que se produjo cerca de un bar en el Polígono de Los Olivares de Jaén.

Enseguida, los agentes identificaron a los tres presuntos autores de los hechos y tras ponerlo en conocimiento del juez, se autorizó el registro de dos de sus domicilios. Allí encontraron los 2.000 euros que le habían quitado a la víctima durante el secuestro, además de una plantación de marihuana y hasta a una cuarta persona que no buscaban, pero que constaba contra ella una orden de detención tras haberse fugado de prisión donde se encontraba tras varias condenas por diferentes delitos.