Marte será un poquito malagueño: investigadores de la UMA ayudan a desarrollar el próximo rover que aterrizará en el planeta rojo

El rover Rosalind Franklin, en cuyo han desarrollado investigadores de la UMA, hará las perforaciones más profundas hechas hasta ahora en Marte
La misión en que se enmarcan las investigaciones, la ExoMars 2022, tiene como objetivo confirmar la existencia de vidas pasadas o presentes en el planeta vecino
El equipo de investigación malagueño ha desarrollado el software de guiado, navegación y control del vehículo
En algún sitio, algo increíble espera ser descubierto. No es este redactor quien firma esta frase, que bien se aplica en muchas aristas nuestra vida, sino un prócer como Carl Sagan. El conocido divulgador científico estadounidense acercó a muchas personas las inquietudes que la galaxia esconde en su inmensidad desde los años 60 del siglo pasado. Estaba seguro de que más allá de la Tierra había mucho por conocer. Somos polvo de estrellas, decía.
El deseo de la ciencia por llegar a fronteras inexploradas avanza a diario y un grupo de investigadores de la Universidad de Málaga está teniendo su parte de culpa. Desde 2016 se encuentran colaborando con la Agencia Espacial Europea (ESA) para enviar un rover a Marte en 2022. La misión en la que participarán tratará de investigar a fondo si ha existido, o existe vida, en Marte. Se sabe que el planeta rojo tuvo, y tiene, agua. Y donde hay agua, hay vida. Sin embargo, los trabajos de exploración que se han llevado hasta ahora son muy precarios. El Perseverance de la NASA se encuentra allí.
Por rovers se conocen a los vehículos espaciales diseñados para moverse por la superficie de un planeta u otro objeto astronómico. El rover Rosalind Franklin, nombre que ha recibido el aparato en cuyo desarrollo ha participado el equipo de la UMA, ya está probándose para su lanzamiento. Los ingenieros han estado simulando con un prototipo a escala en el campus malagueño.

El Rosalind Franklin podrá perforar hasta dos metros de profundidad
Este vehículo está diseñado para perforar hasta dos metros en la superficie marciana para tomar muestras del suelo y enviarlas a la Tierra, analizar sus componentes y arrojar pruebas de vidas pasadas, o quizás presentes, en el subsuelo rojo. Los trabajos de la ESA y la Universidad de Málaga han consistido en incrementar la autonomía del rover. En concreto, el equipo malagueño ha desarrollado el software de guiado, navegación y control del vehículo, que será capaz de desplazarse por el planeta y recoger muestras con su brazo articulado. El objetivo, recordando a Sagan, es descubrir cosas increíbles en el plus ultra.
El grupo de ingeniería del Laboratorio de Robótica Espacial de la Universidad de Málaga está liderado por el catedrático Alfonso García Cerezo. Su investigador principal es el profesor Carlos Pérez del Pulgar, cuyos compañeros de tripulación son los doctorandos Gonzalo Paz y Raúl Castilla y los alumnos de grado Emilio Hernández y Laura Mantoani.
Deeper than any other martian rover has ever attempted, @esa's #RosalindFranklin twin has drilled down and extracted soil 1.7 m into the ground. A feat on #Earth and a promising milestone for the #ExoMars 2022 mission.
— ESA_ExoMars (@ESA_ExoMars) 15 de septiembre de 2021
More on the drilling operations: https://t.co/IYX8MMVr9W pic.twitter.com/HHVhpaI4uU
La misión puede abrir la puerta a muchas más investigaciones
La misión ExoMars 2022, en la que el astromóvil Rosalind Franklin aterrizará en Marte, se enmarca dentro del programa ExoMars, cuyo objetivo es descubrir restos de vida allí. Los trabajos se están llevando a cabo entre la ESA y Roscosmos, la agencia espacial rusa. La primera misión de los trabajos fue lanzada en marzo de 2016, año en que comenzó a colaborar la Universidad de Málaga. Será la primera vez que se combine la capacidad de movimiento por la superficie del planeta rojo con su estudio en profundidad. El rover ruso – europeo hará las perforaciones más profundas que jamás se hayan hecho en el planeta vecino.
Rosalind Franklin fue una química y cristalóloga de rayos X británica del siglo XX, que contribuyó de manera notable a desentrañar la estructura de doble hélice de nuestro ADN. Fue un hallazgo que abrió la puerta a numerosas investigaciones sobre nuestra propia vida. Como pretende hacer esta misión en Marte.