Miguel Ángel, la estrella a la que Morata le prometió marcar un gol
Miguel Ángel le hizo prometer a Morata que marcaría un gol
Antes del partido se reunión también con Unai Simón y Pablo Sanabria
Morata ya le ha dicho a su madre que va a volver a llamarlo
Bajo la estrella de Morata está la historia de Miguel Ángel, un niño de 10 años de Málaga cuyo deseo era conocerle. Lo hizo el sábado gracias a la Fundación Pequeño Deseo que ayuda a niños con enfermedades crónicas o de mal pronóstico.
A Miguel Ángel le encanta el fútbol, desde los tres años ha pertenecido al club de su pueblo, Alhaurín, y por su sangre corren los colores del Málaga, el Real Madrid y la Selección Española. Por eso cuando el sábado entró en el hotel de la Selección y vio a aparecer a Morata y a Unai Simón, “se cumplió un sueño”, dice su madre Lourdes
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Allí conoció a sus ídolos y allí le firmaron un balón y una camiseta. “Miguel Ángel no dejó de sonreír en todo momento”, recuerda ahora Lourdes. Más tarde se sumó a la cita Pablo Sarabia para regalarle la camiseta con la que metió el penalti contra Grecia la semana pasada.
De allí se fue Miguel Ángel con dos promesas. Le pidió a Unai que lo parara todo y a Morata que marcara un gol. Y así, entregándoles la varita con una estrella, símbolo de la Fundación Pequeño Deseo, se despidieron deseándose lo mejor... Y lo mejor estaba por llegar.
La estrella de Morata
El partido contra Suecia empezaba tarde para Miguel Ángel. “A esa hora ya estaba un poco cansado”, dice su madre. Aún así no faltó a la cita. Sentado en el sofá junto a su padre vio los 90 minutos y en especial uno: el minuto 86 en el que su ídolo marcaba el gol que enviaba a la selección a Qatar.
Allí, en mitad de la emoción del momento, de los nervios, de los gritos, de las celebraciones y de los compañeros, el jugador fue en busca de su estrella y la colocó en el cielo para que en Málaga Miguel Ángel lo viera. “Que en ese momento se acordara de mi hijo fue increíble”, dice Lourdes.
No solo en ese momento. Hoy, Morata les ha escrito por Whatsapp y le ha dicho que esta tarde los llama para volver a hablar ellos. Emocionado, Miguel Ángel espera el momento besando otra estrella igual que tiene en casa.
“Lo único que podemos hacer es darle minutos de felicidad”, dice Lourdes... y ese minuto 86 ya nunca lo van a olvidar.