Las pescaderías andaluzas sobreviven al paro de los pescadores gracias al género que viene de fuera

La Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores mantiene un 95 por ciento de su flota amarrada a puerto
Gracias al género que llega de otros puertos, en los mercados se recupera la normalidad
En Mercasevilla, por ejemplo, se ha quintuplicado la entrada de pescado y marisco respecto a hace una semana
En Andalucía, la flota sigue amarrada a puerto. Los pescadores andaluces se desmarcan así de la postura adoptada por la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP) que ya ha retomado la actividad, tras alcanzar un acuerdo con el gobierno.
La Federación Andaluza, por el contrario, sigue manteniendo que no pueden volver a faenar porque el “continuo aumento” de los costes de combustible hace que “no sea rentable”. Es por esto que, al menos un 95 por ciento de la flota, según informan a NIUS, se mantiene amarrada a puerto a la espera de otra reunión con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. “Se ha dado libertad a cada uno para que haga lo que considere pero lo cierto es que no están saliendo”, nos explican desde la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores (Facope).
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No obstante, la apertura del resto de puertos españoles y la mercancía de aquellos barcos que deciden faenar están mejorando la situación de desabastecimiento que existía hace unos días en los mercados. En Mercagranada, Julián García, director comercial, cuenta a NIUS que, aunque no se ha alcanzado la normalidad, la situación va “poco a poco, mejorando” gracias a aquellas zonas que se desmarcan del paro. “Hace una semana la mitad de las empresas que se dedican al pescado estaban cerradas y, a día de hoy, están abiertas”, señala.
Lo mismo ocurre en Mercasevilla, donde según fuentes municipales consultadas por NIUS, se ha multiplicado por cinco la entrada de pescado, respecto a hace una semana. De esta forma, este viernes, se han recibido 87 toneladas frente a las 17 del mismo día de la semana anterior. No obstante, están aún lejos de alcanzar la normalidad de las 180 toneladas diarias. La consecuencia: “A menor oferta, más coste”, advierten.
Las pescaderías vuelven a tener género
De precios, saben bien en la pescadería de Álvaro, en el mercado de abastos de San Gonzalo de Sevilla. Reconoce que han pasado días complicados. “Hemos llegado a vender las acedias a más de 20 euros el kilo porque solo teníamos una caja”, explica. Ahora, el género ha vuelto. “Tengo más de 25 artículos que ofrecer. Solo faltan pijotas que hay muy pocas y se están vendiendo a casi 18 euros frente a los 15 de siempre”, señala.
Salvo los boquerones y salmonetes que vienen de Italia, el resto le llega de aquí. Este pescadero, que lleva toda la vida en el negocio, asegura que nunca ha visto tanta psicosis. “Los clientes llegaban asustados por quedarse sin producto”, apunta.
Lo mismo perciben en la pescadería sevillana Javi y Sofi, en Pino Montano, donde ahora sufren el efecto rebote. “Ahora que hay género la gente no compra porque ya se gastaron el dinero la semana pasada con precios desorbitados”, lamenta esta pescadera que vuelve a tener el mostrador lleno, incluso con bacalao, boquerones, pijotas y pescada que, hasta hace unos días, no llegaban.
Lonjas cerradas
En la otra cara de la moneda, lonjas vacías como la de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) que permanece cerrada desde hace diez días. Los 120 barcos que componen la flota sanluqueña mantienen el paro a la espera de una solución que les permita “seguir trabajando sin perder dinero”, nos cuenta David Chulián de la Cofradía de Pescadores.