Cirugía pionera en el Hospital de Mar para frenar el 'dolor de cabeza suicida'


Sólo un centenar de pacientes han sido operados en el mundo mediante la introducción de un electrodo en un área profunda del cerebro
La cefalea en racimos afecta a personas jóvenes y es uno de los dolores más incapacitantes por su intensidad
Las estimaciones mundiales de las cefaleas sugieren que el trastorno afecta a más del 50% de la población
"He perdido muchos trabajos por esta enfermedad" explica el Alberto Herrero, un joven de 35 años que sufre cefalea en racimos desde hace años. "Te quema el ojo, la oreja, la nariz, la boca y la cervical. Los medicamentos calman pero no eran suficientes", añade.
Se le conoce como el "dolor de cabeza suicida" por la intensidad de los episodios y una cirugía pionera en el Hospital de Mar ha conseguido aliviar este dolor incapacitante.
Mediante una técnica pionera de cirugía robótica, el equipo médico introdujo un electrodo en el cerebro de Alberto y trató así la cefalea. Este dolor de origen desconocido afecta especialmente a la gente joven y es un dolor de cabeza de origen desconocido y altamente invalidante.
La cefalea en racimos se caracteriza por un ataque de dolor intenso que se siente en un solo lado de la cara, se extiende desde el cuello hasta la sien y afecta también al ojo. El dolor es extremadamente intenso y repetitivo y dada su intensidad se conoce como 'dolor de cabeza suicida' ya que las crisis intensas pueden durar de minutos a horas.
Electrodo en el hipotálamo
El equipo médico colocó un electrodo en una zona profunda del cerebro, el hipotálamo, para neuromodular las conexiones entre este punto y el resto del cerebro implicado en la enfermedad. Se trata de un espacio reducido de muy pocos milímetros. La técnica se conoce como estimulación cerebral profunda.
"Es imprescindible la precisión en la colocación del electrodo, si nos desviamos más de un milímetro, podría no tener eficacia", explicado la coordinadora de neurocirugía del Mar, Gloria Villalba. La intervención es la primera de estas características realizada en España.
Mediante descargas de corriente, el dispositivo inhibe el circuito que funciona mal. El electrodo va conectado a una pila que se coloca en el abdomen. Ambos elementos se conectan por un cable subcutáneo que baja por el cuello.
Esta intervención es el último recurso para los pacientes a los que no les han funcionado los tratamientos farmacológicos, ni otros tratamientos quirúrgicos menos invasivos. Cuando el tratamiento farmacológico no funciona, los médicos recurren a las infiltraciones como el botox u otras cirugías menos invasivas. Solo un centenar de pacientes en todo el mundo han recurrido a esta cirugía en todo el mundo.
Hacia una "vida normal"
Alberto tiene una incapacidad por su dolencia: "He llegado a tener de seis a siete crisis al día. Ahora los ataques han bajado de intensidad y son muchos menos", explica y aunque es consciente de que el dolor no cesará por completo aspira a una "vida normal".
La cefalea en racimos es uno de los tipos de cefalea más invalidante. Un 10 % de las personas que la sufren necesitan asistencia psiquiátrica a causa de pensamientos suicidas provocadas por el dolor. Entre el 10 y el 20 % no responde a ningún tratamiento farmacológico y se tienen que buscar alternativas quirúrgicas.