La incertidumbre del refugiado: ucranianos alojados en hoteles de costa esperan el traslado


La Fase 0 del programa de acogida contempla el desplazamiento a otros destinos, pero algunas madres alegan arraigo en las localidades
La temporada turística obliga a trasladar a desplazados alojados en alojamientos de Costa
ACNUR cifra el 3,5 millones los refugiados ucranianos desde el inicio de la invasión rusa
Barcelona sigue recibiendo un centenar de desplazados diarios que huyen del conflicto de Ucrania. La capital catalana es uno de los puntos de llegada donde Cruz Roja ha desplegado un plan de acogida de emergencia antes de ser trasladados a otros puntos de la geografía española. Se conoce como la Fase 0 del programa de acogida de refugiados, pero la emergencia humanitaria ha provocado que este estadio inicial se dilate y algunas familias alojadas en hoteles de costa viven con la incertidumbre de ser trasladados otra vez.
Dos madres se negaron el viernes pasado a trasladarse en la estación de autobuses de Calella (Barcelona). Alegaron arraigo en la localidad pese a que la negativa al realojamiento conlleva la expulsión del programa de Cruz Roja. Pese a los esfuerzos de la oenegé para explicarles los beneficios de continuar en el programa de acogida de refugiados - alojamiento y protección- las dos progenitoras decidieron salir de él. Una de ellas se aloja ahora en casa de unos amigos y recibe la ayuda de servicios sociales del municipio. La otra se fue del municipio.
Los casos son "aislados" explican desde Cruz Roja y el Ayuntamiento de Calella donde llegaron 1.500 desplazados en marzo y donde ahora quedan 544. La Fase 0 del programa de acogida de refugiados comporta el alojamiento transitorio hasta que les encuentren destino final. El problema de esta fase, concebida con una duración máxima de 15 días, es que para centenares de madres se dilata varios meses.
La mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial
"La magnitud de los desplazados no se veía en Europa desde la Segunda Guerra Mundial", explican fuentes de Cruz Roja. "El volumen de refugiados que está llegando en tan poco tiempo, la primera necesidad es proporcionarles alojamiento y cubrir sus necesidades básicas", añaden fuentes de la entidad.
Más de 30.000 desplazados de la guerra de Ucrania han aterrizado en Cataluña, según Cruz Roja. 9.000 de ellos se han alojado en plazas hoteleras pero la llegada de la temporada alta turística ha obligado al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones a buscarles nueva ubicación. Algunos hoteles tenían las plazas reservadas antes del estallido del conflicto, otros desplazamientos responden al plan de reubicación de los refugiados diseñado por el ministerio.
Los desplazados viven la situación con incertidumbre. "Al trauma de la huida de la guerra, se suma que no saben dónde acabarán y los niños tendrán que hacer otra adaptación", explica a NIUS Anastasia Chornohuz, miembro de la Asociación de Ucranianos de Salou, donde también llegaron muchos desplazados en fase de emergencia. "Muchos niños se están adaptando a los nuevos amigos, al pueblo costero, y ahora los envían a un destino completamente distinto y tiene que hacer un viaje larguísimo en autobús", añade.
Gratitud hacia los vecinos
"Las madres conocen cuál es su situación en el programa y están agradecidas", explica a NIUS Montse Mateu, concejal de solidaridad del Ayuntamiento de Calella, que también reconoce que "algunas llevan tres meses aquí, empiezan a conocer el pueblo y les da pena irse", añade. Una veintena de familias que todavía residen en el municipio ensaya estos días un espectáculo musical para agradecer la solidaridad recibida.
La situación de muchas familias desplazadas es complicada. Al drama de una guerra, se une la huida sin los hombres de la familia que se quedaron luchando. Una cultura nueva, una lengua y un alojamiento provisional que les impide deshacer las maletas.
Desde Cruz Roja reconocen que cada situación es distinta y complicada, pero insisten en que es preferible aceptar el traslado que renunciar a la protección el programa a los refugiados. Las asociaciones de ucranianos están de acuerdo: "Algunas mujeres encuentran trabajo en la hostelería pero es incompatible con los horarios de los hijos y no tienen a nadie con quien dejarlos", cuenta Chornohuz. "La mayoría acepta ser realojadas porque así pueden estar con los niños, que todavía tienen miedo", añade.