Matrimonios forzados en España: "Las familias quieren que encuentren una pareja de su religión"


El asesinato en Pakistán de dos hermanas de 20 y 24 años afincadas en Barcelona por solicitar el divorcio de sus primos, con quienes habían sido casadas a la fuerza, ha sacado a la luz el drama de los matrimonios forzados que viven muchas mujeres, también dentro de nuestras fronteras.
Este jueves, una joven bengalí ha denunciado un matrimonio forzado ante los mossos, pero el caso es sólo la punta del iceberg. Aunque en los últimos días la Policía ha registrado nuevas denuncias de jóvenes afincadas en España y obligadas a casarse en contra de su voluntad, el idioma y el hermetismo de la comunidad pakistaní dificulta que muchas jóvenes escapen de él.
Depa, originaria de Bangladesh, regenta una peluquería en el corazón del Raval de Barcelona y vivió de cerca un caso similar: "Atendí a una novia que me enteré que se iba a casar por su madre, la chica no comentaba nada", recuerda. La progenitora pidió ayuda a Depa para que convenciera a su hija de la boda: "Yo no le dije nada. Vi que la chica era obligada a casarse", explica.
Del matrimonio concertado a la unión forzada
Los matrimonios concertados por la familia son una práctica extendida y aceptadas en países como India, Pakistán o Bangladesh. Incluso mujeres de estas comunidades están de acuerdo con la tradición de que los padres busquen los candidatos, siempre que ambos contrayentes acepten libremente.
La estilista cuenta que no es lo mismo que el matrimonio forzado: "A mí no me gusta. Si a la chica no le gusta no la pueden obligar. Las mujeres tienen que ser libres y andar con quienes quieran. Los padres pueden conversar con los niños, pero no obligarles", añade.
Es por ello que comprende la actuación de la joven bengalí que ha denunciado a la familia debió ser desesperada. Los mossos confirman que a raíz de las hermanas asesinadas en Pakistán han aparecido más denuncias: "Los hijos lo intentan todo hasta el último momento. Intentan hablar, convencerlos, si lo ven imposible denuncian. No denuncian a los padres por cualquier cosa" argumenta.
Violencia física y verbal hacia las hijas
Para que la novia acceda al matrimonio forzado, algunos progenitores recurren a abusos físicos y verbales: "Les regañan y les pegan", reconoce Depa. "Normalmente no las echan de casa, pero pegarlas sí", lamenta.
Reconoce que los matrimonios en contra de la voluntad de las jóvenes han bajado en los últimos años, pero continúan existiendo. "Los padres quieren que las hijas se casen con hombres que les gusten a ellos. Somos musulmanes y las familias quieren que encuentren una pareja de su religión", explica.
Huma Jamshed, activista pakistaní que trabaja en Barcelona para prevenir estas uniones forzadas anima a las jóvenes a que denuncien estos casos ante la policía.
12 millones de casos en el mundo
"Yo también soy musulmana pero creo que para ser feliz deben casarse con alguien que les guste, aunque sea de otra religión", cuenta. Como ella piensan muchas jóvenes que se han criado en Occidente y que son forzadas a casarse en contra de su voluntad para satisfacer los intereses familiares. "Si no están de acuerdo, después de casarse sufren mucho, se ponen enfermas y algunas se toman pastillas y se mueren", explica.
Según la ONU, 12 millones de niñas y adolescentes son obligadas a casarse en el mundo. España ha detectado 27 matrimonios forzados desde 2015. La embajada española en Pakistán ha atendido varias peticiones de auxilio de ciudadanas españolas de origen pakistaní a las que tenían secuestradas.