El sótano del Eixample de Barcelona donde la familia Artigau guarda más de 150 años de 'atrezzo' para el cine


La familia ha ido recopilando todo tipo de objetos desde la segunda mitad del siglo XIX
Su inmenso almacén se esconde bajo las calles del Eixample de Barcelona
Se han especializado en el alquiler de atrezo de época para el cine, el teatro y la publicidad
Lograr que un escenario o un estudio de cine retroceda en el tiempo es una misión para la familia Artigau. Recrear cualquier momento y lugar del pasado es su especialidad. Así lo lleva siendo más de 150 años gracias a su legado: un inmenso almacén con millones de objetos de atrezzo bajo las calles del Eixample de Barcelona.
"Con nuestro material recreamos algo que no existe", dice Jordi Artigau, la quinta generación de su familia que alquila elementos de atrezzo para cine, televisión, teatro o publicidad. Jordi reconoce que lo que guarda en los 600 metros cuadrados de almacén es algo mágico: "Hace mucho tiempo que lo tenemos, hay mucho material y forma parte de nuestra vida. Y, en definitiva, el cine es magia", resume.
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Desde 1850 recopilando objetos
La colección de la familia Artigau empezó allá por 1850. "El abuelo de mi abuelo", relata Jordi Artigau, "era tramoyista del Liceo y empezó a acumular objetos". El bisabuelo de Jordi continuó recopilando elementos de atrezzo en diferentes exposiciones universales y aprovechando el material del que se deshacía la gente.
"Cada vez fuimos adquiriendo más material, la gente sabía que nos dedicábamos a esto y cuando tenían antiguamente que vaciar el piso o cambiar algunas cosas nos daban piezas. También comprábamos cosas en los mercados, en las subastas. Aquí hay acumulados los recuerdos y las vivencias de muchas personas", explica Jordi.
Jordi se ha pasado seis décadas recorriendo los largos pasillos de este inmenso almacén. Si bien lleva prácticamente toda su vida envuelto de estos objetos, asegura que a menudo descubre algunos, bien porque no los recordaba o bien porque no se habían utilizado nunca. "Somos un fondo de material cotidiano de Barcelona. El problema es que cada vez estamos más desfasados. Tenemos la competencia de los efectos visuales y el 3D. Este tacto de utilizar piezas reales desaparece".
Hace mucho tiempo que lo tenemos, hay mucho material y forma parte de nuestra vida. Y, en definitiva, el cine es magia
Sin embargo, la familia Artigau hace magia sin efectos especiales. En sus estanterías podemos encontrar verdaderas reliquias, desde libros de pergamino originales y hechos a mano hasta todo tipo de enciclopedias del siglo pasado.
El material se encuentra dependiendo de la relación que hay con el decorador o con la persona que venga. "Hay una diversidad de material que hemos utilizado para ambientar muchas épocas. Lo que más tenemos son objetos modernistas pero también hemos recreado cavernas, escenas del neolítico. Lanzas, huesos, depende de las necesidades somos capaces de encontrar muchas piezas o situaciones. Hemos trabajado, por ejemplo, con la película de El Laberinto del Fauno o la serie La Peste", añade Jordi.
De entre los miles de objetos que hay en el almacén Roc Artigau, que representa la última generación de la familia, se queda con las bicicletas colgadas en el techo. "Me dejaron muy impactado cuando vi ET, me imaginaba que estaba subido en la bici con el extraterrestre", explica el joven. Roc admite que "el futuro es incierto", pero tiene claro a lo que se quiere dedicar. "Quiero trabajar en esto, quiero estar aquí como otras generaciones de mi familia".