La expareja del presunto violador de Igualada declara abusos y malos tratos: "Me pegó hasta dejarme medio inconsciente"


La expareja denuncia que Brian la agredió físicamente y sexualmente hasta en cinco ocasiones
Lo describe como una persona agresiva, narcisista y con problemas con el alcohol
La víctima de Igualada declara ante el juez que desde el día de la violación siente pánico al salir de casa
La joven violada en Igualada la noche del 31 de octubre de 2021 no fue la única víctima. La lista de mujeres agredidas presuntamente por Brian Raimundo parece no tener fin y a medida que avanza la investigación van aflorando nuevos casos. Tras su detención se dio a conocer que había abusado sexualmente de su hermana pequeña y este jueves ha salido a la luz que también lo hizo con su expareja. No solo eso, también la maltrató en numerosas ocasiones hasta dejarla inconsciente. Así lo ha declarado la joven ante el juez.
Según figura en acta de declaración, al que ha tenido acceso NIUS, la relación sentimental entre ambos empezó en agosto del 2021, tres meses antes de lo ocurrido en Igualada. Al mes se fueron a vivir juntos y aunque al principio "la convivencia no era mala" la joven poco tardó en darse cuenta de que su pareja era un hombre "narcisista, agresivo, muy imprevisible y tenía problemas con el alcohol por los problemas con su pasado ya que su padre le violaba".
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Agresiones sexuales y físicas
La mujer relata que la primera vez que la agredió fue el 10 de octubre de 2021. Ese día llegó a casa "muy cabreado" y la sacó del piso "arrastrándola por las escaleras hasta llegar a un callejón". Allí empezó a "golpearla a puñetazos, patadas y empujones contra la pared". Asegura que recibió "golpes por todo el cuerpo" hasta que se quedó semi inconsciente. Después la "cogió en brazos, la subió de nuevo al piso, le bajó los pantalones y la penetró analmente".
Los golpes fueron por todo el cuerpo hasta que me quedé inconsciente y me penetró analmente
Esta no fue la única agresión. La joven asegura que la agredió hasta en cinco ocasiones, ya que "siempre que venía borracho la pegaba". De hecho, señala que algunas veces tuvo que intervenir el compañero de piso para que dejara de pegarla.
La expareja explica que las agresiones solían ser motivadas "por celos" o desconfianza, ya que el pensaba que ella le era infiel. "Intentaba apartarme de todos. Solo salía si él salía. En más de alguna ocasión amenazó con suicidarse con un cuchillo", relata en la declaración.
La noche de la violación en Igualada
La noche de la violación a la víctima de Igualada todavía eran pareja. Ese día explica que cenaron juntos pero ella no salió "porque estaba cansada". Brian se fue de casa "sobre las diez de la noche, vestido con unos tejanos de color azul marino y una chaqueta negra. Había quedado con unos amigos", declara. Recuerda que estuvieron hablando unas dos horas, hasta las tres de la madrugada aproximadamente a través de WhatsApp. A esa hora, dejaron de llegarle los mensajes y escribió a un amigo preguntándole por Brian pero no le contestó. Desconoce cómo llegó a casa ni a qué hora llegó pero asegura que entró "contentillo y que no vio nada raro".
Siempre que se emborrachaba me pegaba y a veces tuvo que intervenir nuestro compañero de piso para que no fuera a más
La joven solo recuerda que la mañana del 1 noviembre Brian le explico que "con los que estuvo reventaron un coche, que la policía se quería llevar a un amigo detenido, que estuvo por la zona del hospital y nada más". Ella era la que solía poner la colada y asegura que no observó ni marcas, ni arañazos, ni lesiones, ni manchas en la ropa de su pareja.
Ese mismo día vieron juntos por televisión la noticia de la violación y explica que el presunto agresor dijo: "que bestialidad, quién habrá hecho eso". Desmiente que el presunto agresor le regalara una chaqueta negro de pelo y asegura que con posterioridad a los hechos no notó ningún cambió en el.
La relación entre ambos terminó el 16 de febrero de 2022, "motivada por los malos tratos continuados y aprovechando que él estaba trabajando en Girona". Ese día se discutieron por videollamada y el compañero de piso llevó a la joven al domicilio de sus padres. Ella nunca denunció esas agresiones y a día de hoy tampoco quiere hacerlo.