Los grupos guiados no deberán superar los 15 turistas en el centro histórico de Barcelona


Ayuntamiento y asociaciones firman una guía de 18 buenas prácticas para reducir la incomodidad que sufren los vecinos de Ciutat Vella
Evitar la megafonía, dejar libre el 50 % del ancho de la calle, vías de sentido único... La falta de una normativa hace que tan solo sean recomendaciones
Los vecinos de la Sagrada Familia reclaman la paralización inmediata de las obras, que amenazan las viviendas de 3000 familias
Barcelona quiere replantear el modelo de turismo masivo que atrae a unos 18 millones de visitantes cada año según datos del Observatori del Turisme. El Ayuntamiento pretende reducir la incomodidad que el flujo incesante de turistas genera a los vecinos del céntrico distrito de Ciutat Vella, mientras la alcaldesa Ada Colau espera respuesta a su petición de limitar el número de cruceros que atracan en la ciudad y después de haber prohibido la apertura de nuevos pisos turísticos.
El gobierno municipal ha acordado con las dos asociaciones oficiales de guías turísticos, AGUICAT y APIT, una guía de buenas prácticas, que incluye la limitación de las dimensiones de los grupos guiados; estos no deberán superar los 15 participantes en el casco histórico y los 30 en el resto de la capital catalana, han anunciado el regidor de Turisme, Xavier Marcé, el de Ciutat Vella, Jordi Rabassa y las presidentas de ambas entidades este 21 de junio.
El documento resultante del acuerdo también contempla medidas como las siguientes:
- Grupos guiados de 15 turistas como máximo en Ciutat Vella y de 30 en el resto de la ciudad
- Aforos máximos "deseables" en ciertas plazas; en la de la Barceloneta o la del Àngel no deberían coincidir dos grupos a la vez, por ejemplo.
- Una veintena de calles de sentido único para las rutas turísticas.
- Evitar el uso de megafonía para reducir el ruido
- Dejar libre al menos un 50 % del ancho de la calle.
- No captar turistas en la vía pública.
- Descansar durante la ruta en espacios amplios y reduciendo molestias
No obstante, la falta de una normativa que convierta en obligatorias estas medidas hace que, por el momento, las 18 recomendaciones incluidas en esta guía de buenas prácticas se queden en eso, recomendaciones. Necesarias bajo criterio del consistorio, consciente de que la gran cantidad de turistas que transcurren por sus calles, también cuando se detienen en grupo para escuchar las explicaciones de los guías, trae de cabeza a muchos vecinos.
🤝 La voluntat és sumar adhesions a l'acord d'altres agents de la cadena del guiatge més enllà de les associacions de guies.
— Ajuntament de BCN (@bcn_ajuntament) 21 de junio de 2022
🗓️ Hi ha el compromís de revisar-lo al cap d'un any per incorporar-hi les millores que es considerin oportunes.
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"No llegamos ni al 40 % de residentes habituales, hay un 60 % de plazas turísticas y es un hecho habitual, y más cuando el turismo ha vuelto tras la pandemia", reconoce un vecino de Ciutat Vella. "Todas las medidas que hablen de regular el turismo, que no eliminarlo, bienvenidas sean", agrega. "Vivo aquí desde hace 10 años y nunca he podido sentarme en los bares de debajo de mi casa porque siempre están llenos", lamenta otra vecina, que lamenta el ruido generado por fiestas organizadas en pisos turísticos.
En este sentido, la guía busca "favorecer la convivencia con la población residente y la actividad económica local" y "cuidar los recursos turísticos y el espacio público de la ciudad", además de "mejorar la calidad de la experiencia del visitante y la imagen interna y externa de la ciudad".
No obstante, se quedan fuera de este acuerdo los conocidos como free tours o tours gratuitos. Estos no están suscritos al pacto al no estar acreditados por la Generalitat como guías turísticos y su gran éxito, que los hace estar presentes en los puntos más atractivos de la capital catalana, arroja dudas sobre la eficacia final de lo anunciado por las autoridades municipales y asociaciones.
“El problema de los free tours es que no es un interlocutor válido. Nosotros, en cambio, al ser profesionales, tenemos una responsabilidad”, reconoce Macarena Bergada, presidenta de AGUICAT, que agrega a este diario: "Captan a los clientes directamente desde la calle, eso contribuye a masificar la vía pública y a dificultar la vida de los vecinos”
Los vecinos de la Sagrada Familia piden detener las obras del templo
Mientras tanto, uno de los puntos que quedan fuera del acuerdo al no estar en el distrito de Ciutat Vella y que más turistas atrae es el de la Sagrada Familia, cuyo futuro amenaza a los vecinos de la zona. La Asociación de Vecinos y Vecinas Sagrada Familia y la Asociación de Afectados por la Construcción de la Sagrada Familia han pedido este 21 de junio la paralización inmediata de las obras del templo de Antoni Gaudí.
Critican que la construcción de la escalinata de la Gloria comporta el derribo de edificios de viviendas de la calle Mallorca, en las que viven 3.000 familias.
Convencidos de que "el proyecto tiene que encajar con el barrio", los portavoces de ambas entidades lamentan que el consistorio no ha dado continuidad a los grupos de trabajo creados para dialogar con ellos: "En febrero nos propusieron soluciones que nos gustaban, pero no sabemos nada y los vecinos están expectantes. Si en seis años estará acabada, queremos saber qué piensa hacer el Ayuntamiento. Queremos certezas", han concluido.