Alud de solicitudes en el pueblo barcelonés que alquila piso a 70 euros para salvar su escuela: "La gente lo está pasando mal"


El Ayuntamiento ha recibido 130 peticiones de información en una semana para el concurso, abierto a familias con hijos
En la localidad de la comarca de la Anoia apenas viven 167 vecinos
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Castellfollit de Riubregós es un pueblo de apenas 167 habitantes ubicado en el corazón de Cataluña, en la comarca de la Anoia. Estos días, el teléfono del ayuntamiento echa humo para responder dudas acerca del concurso que han abierto para alquilar un piso social al módico precio de 70 euros. La condición principal es que los nuevos inquilinos tengan al menos una criatura en edad escolar. El objetivo es mantener abierta la escuela del pueblo.
El ayuntamiento tiene tres viviendas en propiedad alquiladas a familias. "Cuando salió el otro alquiler social en 2019 recibimos la mitad de llamadas. Esta semana nos han llamado más de 130 personas", reconoce el alcalde de la localidad, Jordi Cases, "vemos que la gente tiene muchas dificultades en comparación con la anterior promoción" añade.
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La única administrativa que trabaja en este pequeño consistorio ha atendido a peticiones procedentes de Argentina o Perú: "Son gente que vive allí y no les importa trasladarse aunque no tengan la nacionalidad", explica el edil, que acto seguido aclara que el concurso está abierto a familias de cualquier nacionalidad siempre que estén al día del pago de impuestos, es decir, que estén en situación regular. También se han interesado jubilados y jóvenes que querían emanciparse que han quedado fuera de la selección al no tener niños a su cargo.
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En unas semanas, el ayuntamiento decidirá quién será la familia ganadora del piso cuyo alquiler será de 70 euros el primer año, 120 euros el segundo y el tercero y 150 euros el quinto año: "Todas las familias que cumplan los requisitos tienen opciones al alquiler pero preferimos familias con varios hijos en los primeros cursos de escolarización", reconoce el alcalde.
"La gente debe tomar conciencia si queremos conservar el territorio fuera del área metropolitana de las grandes ciudades. Es una forma de hacer política que debe velar por el reparto de la población en todo el territorio", defiende Cases.
Castellfollit de Riubregós está a una hora en coche de Barcelona y cinco minutos de Calaf, donde tienen el Centro de Atención Primaria, y 20 de Igualada, la capital de la comarca de la Anoia. "El alquiler de mercado de una casa de 150 metros cuadrados en perfectas condiciones cuesta unos 300 euros al mes", explica el alcalde.
Sin embargo, muchas propiedades están cerradas: "La gente se ha ido y los propietarios de las casas vacías son reticentes a venderlas o ponerlas en alquiler, lo que dificulta que vengan nuevos vecinos", reconoce y explica que el Ayuntamiento anima a los propietarios a "al menos" alquilar sus viviendas para mantener la escuela abierta.
La mitad de los escolares llegaron hace poco
En los últimos años, dos familias de Barcelona se han trasladado a Castellfollit de Riubregós: "Es un lugar tranquilo, los niños juegan en la calle sin miedo al tráfico y la calidad educativa es mucho mejor que en la gran ciudad", cuenta una madre que llegó desde Barcelona. Según explica el Ayuntamiento de Castellfollit de Riubregós, la mitad de los alumnos de la escuela Sant Roc han llegado en los últimos años.
"Nos parece muy bien esta iniciativa. Queremos un pueblo con vida y gente joven y es básico salvar la escuela", explica un vecino. El Ayuntamiento tiene tres viviendas en propiedad, dos pisos y una casa, alquiladas a familias con hijos. Dos de ellas, reformadas con las subveciones de la Diputació de Barcelona, se han puesto en alquiler social. La tercera está alquilada desde hace años a una familia, también con hijos, con un alquiler bajo de 200 euros.