Vecinos de Sants denuncian molestias provocadas por los okupas de Can Vies: "No podemos dormir ni descansar"


Los vecinos sufren las consecuencias de las fiestas del centro social ocupado
Aseguran que se celebran cada fin de semana y hasta la madrugada
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“Trabajas cada día y cuando llega el fin de semana quieres descansar, y no hay manera”. Así es como Marc, vecino del barrio de Sants en Barcelona, describe la situación con la que tienen que convivir algunos residentes de la zona.
Denuncian que el ruido que provocan las fiestas que se celebran “cada fin de semana” en el edificio ocupado de Can Vies les dificultan el sueño e impiden el descanso. “No podemos dormir ni descansar cuando queremos, lo hacemos cuando los okupas lo deciden. Cuando no quieren hacer fiesta, entonces tenemos derecho a descansar”, cuenta Marc.
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Música, ruido y olores
A las molestias producidas por la música a alto volumen, se suman el griterío de los participantes y los malos olores que proceden de orines hechos en la vía pública. “Cuando sales de casa por la mañana, lo encuentras todo lleno de suciedad”, añade Marc.
Según los vecinos, las fiestas en el centro social ocupado autogestionado se repiten cada fin de semana y acaban a altas horas de la madrugada. Algo que sufren especialmente durante la fiesta mayor del barrio, cuando aseguran que son “siete días seguidos sin parar”. También durante los meses de verano, cuando no pueden dejar las ventanas abiertas durante la noche a causa del ruido.
Por todo ello, algunos residentes se han llegado incluso a plantear dejar el barrio y aseguran que hay vecinos que ya se han cambiado de domicilio porque no pueden aguantar la situación. Otros se van de vacaciones durante los días de las fiestas del barrio para evitar problemas. “Esta gente nos va a echar de nuestras casas porque así no se puede vivir”, lamenta José, otro vecino de la zona.
Vecinos organizados
Los afectados denuncian la pasividad de las autoridades ante la situación que viven. “El regidor del distrito nos ignora, nos dice que no le constan las molestias. Hemos enviado varias quejas al ayuntamiento y llamado cientos de veces al 112”, explica José. “Nos hemos reunido con cargos políticos y tampoco nos dan ninguna solución”.
Con el objetivo de revertir la molesta situación, algunos vecinos se están organizando. “Hay familias con niños, gente enferma y gente mayor a los que afecta. “Cuando ya has hecho más de mil llamadas a la policía y no se soluciona, produce un estrés y una rabia brutal”, explican. Por ello, se están coordinando para buscar soluciones. “Queremos que nos dejen estar en nuestra casa, como cualquier otro vecino de Barcelona”, concluyen.