Ocupan la segunda residencia de unos abuelos de Barcelona y cuando intentan recuperarla los echan a golpes

Un matrimonio de 84 años de Barcelona se han quedado sin su segunda residencia. Unos okupas se han apropiado de la vivienda y cuando los ancianos han querido recuperarla, les han echado a golpes a gritos de "esta casa ya no es vuestra".

La pareja solía acudir al domicilio cada semana pero una gripe les obligó a estar 15 días en cama y estuvieron dos semanas sin poder ir a su segunda residencia, situada en el municipio de Mediona. Cuando se recuperaron quisieron volver y fue entonces cuando se encontraron a otras personas viviendo en su casa. Al llegar, el matrimonio les pidió que le devolvieran su casa a lo que los okupas respondieron violentamente, echándoles del recinto a golpes y gritándoles que ahora eran ellos los que vivían allí y que la casa pasaba a ser suya.

De este surrealista episodio ya han pasado seis meses. Según ha explicado su hija Marta a través de una cuenta de Twitter, el matrimonio denunció a los Mossos d'Esquadra la ocupación y los agentes le recomendaron no dar de baja ni el agua ni la luz porque los okupas le podrían poner una demanda por coacciones. Sin embargo, las semanas fueron pasando y la pareja seguía sin recuperar su casa.

Al contrario de lo que dijeron los Mossos d'Esquadra, un abogado recomendó a la familia dar de baja el agua y la luz. Cuando trataron de formalizar el suministro de agua se encontraron que tenían que pagar 1.000 euros pendientes que habían gastado los okupas. Al parecer, durante el tiempo que llevaban, habían gastado más de 5.000 litros diarios, debido a una manera que dejaban abierta las 24 horas del día.

"De 3.500 a 4.500 litros de agua diarios arrojados cada día por unos delincuentes que okupan una casa en Sant Joan de Mediona. ANAIGUA lo sabe, el Ayuntamiento lo sabe, Mossos lo saben y el desastre lleva tres meses durando...", lamenta la hija en Twitter.

La familia está desesperada y nadie les da solución. Además, han descubierto que los okupas están vendiendo los muebles y los objetos personales de la casa a través de Wallapop. La hija ha puesto una reclamación a la plataforma de venda para denunciarlo pero les dicen que sin una orden judicial no pueden hacer nada.

El matrimonio no ha vuelto a hablar con los okupas cara a cara desde el día que les echaron a golpes. Sin embargo, según la hija, de vez en cuando reciben una llamada de unas personas que piden comprarle la casa. Mientras tanto, siguen viviendo allí, siguen gastando agua y siguen vendiendo sus objetos personales. El matrimonio, sigue esperando a que la justicia reaccione.