El barcelonismo se despide de Gerard Piqué en su último partido en el Camp Nou

El defensa catalán Gerard Piqué se ha despedido este sábado de la afición azulgrana en el Spotify Camp Nou, en el que juega su último partido en casa ante el Almería. Un adiós publicado este jueves por el propio jugador y que ha pillado desprevenido al mundo del fútbol por las fechas en las que se produce.

Los más de 90.000 espectadores del fortín 'culé' no han querido desperdiciar la ocasión para decir adiós a una leyenda del barcelonismo, que ha forjado su increíble historia en la zaga defensiva a base de títulos y un amor pronunciado por los colores azulgranas.

Por ello, los espectadores han ovacionado al jugador de 35 años tras 15 temporadas en la previa de la jornada liguera antes de que se consume su 'paso al lado', que se producirá a partir del próximo martes en El Sadar frente a Osasuna, el que será su último duelo en el césped como futbolista profesional.

El primer homenaje ha llegado por parte de sus compañeros al saltar con el nombre de 'Piqué' escrito en cada una de sus camisetas antes del choque, además de la palabra 'Sempr3' también en el pecho de la elástica de partido, que el propio jugador ha vestido al formar parte del once titular en su última gran noche.

Un juego de palabras con el dorsal '3' del defensa, que ha cubierto todo el círculo central del terreno de juego con una lona. Asimismo, el videomarcador del estadio también ha proyectado un homenaje al quinto jugador con más partidos en toda la historia de la entidad.

Sus hijos han acompañado al central en la salida del túnel de vestuarios. Una emoción que ha llenado el Camp Nou de carteles de despedida en homenaje a la leyenda y capitán este sábado.

El adiós del jugador pone fin a su carrera en su peor momento a nivel futbolístico y antes de abrir una herida incurable, por lo que se marcha siendo considerado por muchos el mejor central de la historia blaugrana, siendo el más laureado con 30 títulos, y con un mensaje a la afición en el que asegura, mirando al palco del Camp Nou, que volverá.

Con el pitido final. con el resto del equipo detrás, dio una vuelta de honor al estadio saludando a los aficionados y tomó la palabra para entonar una breve pero emocionante despedida, empezando por los agradecimientos.

"A veces querer es dejar marchar", dijo una vez finalizado el encuentro, dirigiéndose a 92.000 aficionados, antes de romper a llorar.  "Una relación de amor, con tanta pasión como hay entre el Barça y yo, era el momento de darnos un espacio, de darnos aire. Estoy convencido de que volveré a estar aquí. No es una despedida, en su momento me fui y volví. Nací y moriré aquí. Visca el Barça", dijo.

"De aquí a unos años en la presidencia del Barça, es lo que esperamos todos", ha explicado un aficionado en los aledaños del fortín catalán. Una opinión que genera consenso, a diferencia de su retirada.

"No esperábamos que fuera tan pronto, todavía tiene tiempo para jugar. Tampoco ha tenido muchos minutos, pero el rato que salido ha tenido un par de 'cagaditas'", ha recordado otro espectador, mientras que un sector considera que se va "por la puerta grande" al perder protagonismo en el campo.

No obstante, su marcha a mitad de temporada ha pillado a los seguidores despistados, aunque eran conscientes de que llegaría tarde o temprano. "Parece más un abandono que una retirada. Su trayectoria es fantástica y una lástima el momento en el que llega, pero le ocurre a todos", añade otro admirador del zaguero.

Lejos quedan sus mejores momentos futbolísticos. Se va del césped, pero lo hace mirando al palco en un futuro, en una espera que muchos esperan que sea más breve que su longeva y productiva carrera futbolística.