Girona limitará las viviendas turísticas al 15% y los vecinos temen la proliferación de estos alojamientos


La normativa no permitirá abrir más alojamientos turísticos en el Barri Vell, que ya supera el límite, pero sí en el resto de la ciudad
Entidades vecinales temen que miles de pisos de alquiler pasen al uso turístico en los próximos meses
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El Ayuntamiento de Girona limitará el número máximo de viviendas turísticas permitidas al 15% para todos los barrios de modo que no se podrán abrir más pisos para este uso en el Barri Vell, que ya alcanza el tope, pero sí en el resto de la ciudad. La restricción será aprobada en el pleno municipal del próximo lunes mientras la oposición y entidades vecinales critican que la decisión conllevará el descontrol del turismo en la ciudad.
En el Barri Vell el número de viviendas turísticas ya es del 15,06%. En concreto, de las 3.287 viviendas censadas, 495 son alojamientos turísticos. Con este tope ya no se podrán abrir más pisos hasta que las licencias actuales no se den de baja, salvo una excepción. Sólo cuando haya una rehabilitación integral de un edificio con la instalación de un ascensor se podrá autorizar pisos turísticos en la primera planta. El objetivo de esta medida, según el Ayuntamiento (gobernado por Junts y ERC), es facilitar la rehabilitación de edificios enteros.
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Actualmente hay 750 viviendas registradas con licencia turística, el 65% de las cuales se concentran en el Barri Vell y Mercadal. Con el tope del 15% de viviendas destinadas al turismo, cerca de 7.300 inmuebles podrían convertirse en pisos turísticos en los próximos años, de modo que queda mucho margen por delante para el crecimiento de este tipo de explotación.
Aumento de los precios de alquiler
Los vecinos ya sienten la presión del turismo en los precios y la oferta de alquiler y temen que el problema se agrave. La plataforma por el derecho a la vivienda Més Barri Menys Pisos Turístics tacha el límite de "aberración", al considerar que dificultará el acceso a la vivienda a los vecinos de Girona.
La entidad vecinal denuncia la proliferación de nuevas viviendas de uso turístico en el Barri Vell así como la "compra de edificios enteros que se dedicarán a este tipo de negocio". Aseguran que la situación "provoca que no se estén renovando los contratos de alquiler de pisos destinados a la vivienda permanente y un aumento del precio del alquiler que en algunos casos supone un incremento de hasta 400 euros mensuales". También critican que el turismo afecta a la identidad de los barrios y ya que "los negocios de toda la vida desaparecen" en favor de negocios vinculados al turismo.
Críticas de la oposición
El partido más combativo ha sido Guanyem Girona, que ha calificado la decisión del gobierno de imprudencia, ya que considera que favorecerá la proliferación de pisos turísticos en la ciudad y agravará la crisis de vivienda en la ciudad. Afirman que el precio del alquiler es uno de los principales problemas de los vecinos y que la decisión pondrá en peligro a los pisos dedicados al uso residencial.
El PSC ha lamentado que el Ayuntamiento no haya dialogado con el resto de grupos municipales para llegar a un acuerdo para asegurar la convivencia del turismo con la calidad de vida de Girona.