El 8,8% de los adolescentes catalanes dicen que quieren morirse según una encuesta: "El aislamiento social ha influido"


El 5,9% tienen pensamientos de autolesión o ganas de hacerse daño con frecuencia
La Generalitat catalana ha realizado el cuestionario entre 267.000 jóvenes de entre 10 y 18 años
Casi uno de cada cuatro jóvenes tiene problemas de salud mental después de la pandemia
El 8,8% de los adolescentes catalanes aseguran que tienen ganas de morirse cada día o de dormirse y no volver a despertar. Es uno de los resultados más alarmantes que se desprenden de la macroencuesta hecha por la Conselleria de Educació i Salut en la que han participado 267.000 niños y jóvenes de entre 10 y 18 años.
Otro resultado preocupante es que el 5,9% de los encuestados tienen pensamientos de autolesión o ganas de hacerse daño de forma voluntaria con frecuencia. La encuesta, cuyo resultado ha avanzado TV3, se ha realizado a alumnos de entre 5º de primaria y bachillerato de unos 2.000 centros. Contenía 27 preguntas y el objetivo era analizar el estado emocional de los adolescentes a raíz de la pandemia.
MÁS
Cuatro de cada 10 alumnos han afirmado que la pandemia les ha provocado tristeza, ira o rabia, pero la mayoría han asegurado que superaron estos estados al volver a la normalidad. Aun así, un 13% del alumnado todavía mantiene estos sentimientos y asegura que siente tristeza o rabia. Un 7% asegura que todavía siente miedo.
Según los adolescentes, su principal apoyo cuando tienen un problema son los amigos del colegio en un 73% de los casos. Un 35% de los estudiantes aseguran que recurren al tutor cuando tienen un problema personal pero también existe un 8,6% que asegura que no pueden contar con nadie y un 14% dice que las personas de su entorno, como la familia y los amigos, muestran poco interés sobre lo que les pasa.
Más ansiedad y depresión, según los expertos
"La salud mental ha empeorado en todos los grupos de población pero especialmente en los jóvenes donde hay muchos más intentos de suicidio y más trastornos alimenticios", asegura Núria Radó, de la oficina de soporte a la investigación del Institut Català de Salut. Los profesionales constatan que este tipo de trastornos se dan en edades más infantiles que antes donde hay "más ansiedad y depresión".
El aislamiento social ha sido un factor clave en el aumento de este tipo de conductas: "Los niños se están formando como personas y los vínculos son más determinantes. Justo en este momento se tuvieron que aislar y no tenían esos vínculos", explican los profesionales sanitarios.
Fernando Fernández, coordinador de la unidad de trastornos de la conducta del Hospital de Bellvitge lo corrobora: "Han aumentado los síntomas de ansiedad y depresión y han empeorado las enfermedades que ya tenían estas personas. En los jóvenes, que usaban la escuela como forma de socialización, de repente se les vio truncado", explica.
Prevenir el suicidio mediante el diálogo
Josep Antoni Ramos, jefe del servicio de psiquiatría del Hospital Vall d'Hebron, aconseja hablar con los jóvenes para detectar el suicidio: "Si la persona manifiesta esas ideas tiene que entender que es un síntoma de que hay cosas que no están bien", asegura.
Ramos también corrobora que el aislamiento social durante la pandemia ha hecho daño a la infancia y juventud: "La socialización es muy importante durante la adolescencia y eso se alteró de una forma importante", asegura.
Otra consecuencia de dicho aislamiento ha sido el aumento de las adicciones entre los jóvenes, a los videojuegos y las apuestas: "Nos encontramos con jóvenes que en poco tiempo han perdido importantes sumas de dinero", explican desdela unidad de adicciones de Bellvitge.