Cierre por turnos de las paradas de La Boquería de Barcelona: "Las obras no llegan en un buen momento"

La reivindicación histórica de los paradistas de La Boquería de Barcelona, el emblemático mercado situado en plenas ramblas, se ha cumplido. Este lunes han empezado las obras para cambiar el pavimento, sin embargo, no todo el mundo está satisfecho.

Las paradas han tenido que cerrar a partir de este lunes por turnos. Primero, durante cinco semanas, las de la mitad que va hacia la calle del Carme. Esta fase prevén finalizarla el 19 de febrero. Luego, las de la banda de la calle Hospital, que se cree que se realizarán entre el 20 de febrero y el 26 de marzo.

El pasillo central permanecerá cerrado tres semanas. Y la afectación más baja será para las pescaderías, que tendrán que detener la actividad durante tres semanas.

Estos cierres parciales no han acabado de convencer a algunos propietarios, que consideran que estas obras podrían haberse hecho en otro momento. "Se debería haber hecho en pandemia o en vacaciones, ahora las obras no llegan en buen momento", se queja un paradista de frutas.

Sin embargo, el consistorio "estudia la posibilidad" de que puedan ir reabriendo antes de las cinco semanas a medida que avancen la pavimentación en los diferentes tramos.

Tampoco convence el tipo de reforma, ya que consideran poco ambicioso el proyecto de cambiar únicamente el pavimento.

El pavimento de la Boqueria se renovará y uniformará porque, según el ayuntamiento, estaba "deteriorado y contaba con fisuras, irregularidades en la superficie y presentaba diferentes materiales" fruto de distintas intervenciones a lo largo del tiempo.

Se actuará en total sobre 3.600 metros cuadrados de las calles del mercado y también se han previsto trabajos auxiliares de recolocación de distintos elementos y señalización de los espacios de ocupación temporal.

Para minimizar el impacto del ruido y la suciedad por las obras, se han instalado placas de pladur en el mercado, donde también se está trabajando en un sistema para el control de palomas, que ahora se pasean tranquilamente entre las puestos de comida y los clientes.