El Aeropuerto de Barcelona utiliza el reconocimiento facial en una prueba piloto para vuelos de Vueling


Una prueba pionera que se está realizando con pasajeros de la ruta Barcelona-Málaga
Un solo proceso integra todos los pasos que debe realizar el pasajero en un aeropuerto
El objetivo es agilizar el proceso y aumentar la seguridad de los pasajeros
El Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat ha puesto en marcha una prueba piloto de embarque a través del reconocimiento facial. Se trata de un proyecto conjunto de Aena con la aerolínea Vueling y el grupo de empresas tecnológicas formado por Easier, IDEMIA, Indra, Maaterna-ips y Mobbeel.
La prueba se está realizando con pasajeros de Vueling que utilizan la ruta Barcelona-Málaga. El sistema incluye tecnología biométrica en cuatro procesos del viaje: el check-in, la facturación del equipaje, el filtro de seguridad y el embarque. Pueden participar, de forma voluntaria, todos los pasajeros de esta ruta que quieran formar parte. Un sistema que ya se está probando en otros aeropuertos españoles como el de Madrid -Barajas Adolfo Suárez.
MÁS
Subir al avión ‘por la cara’
Para poder subir al avión ‘por la cara’, el pasajero debe acceder a la app de Aena, entrar en el apartado de ‘reconocimiento facial’ y completar el formulario. Además, el registro también se podrá realizar presencialmente en el propio Aeropuerto de Barcelona en dos quioscos situados frente a la puerta B35 y en la zona de autofacturación de Vueling.
El objetivo es que los pasajeros puedan realizar todo el recorrido hasta el avión sin necesidad de mostrar la documentación de identificación, integrando en un solo proceso todos los pasos a llevar a cabo, incluso la facturación de la maleta.

El sistema se basa en una tecnología de identificación a través del reconocimiento de las características físicas e intransferibles de las personas. Los equipos se han ubicado en la zona de facturación del aeropuerto, así como en el acceso al filtro de seguridad y en la puerta de embarque, donde se validarán sus rasgos faciales y su DNI o pasaporte.
El objetivo de esta prueba es agilizar el proceso y que los pasajeros puedan acceder de forma exclusiva tanto a los filtros del control de seguridad como a la puerta de embarque. Además, podrán dejar su maleta en la cinta de autofacturación sin agente, simplemente utilizando el sistema de reconocimiento facial.