En auge el negocio de las lavanderías ante el aumento del precio de la luz


"Un lavado de 17 kilos cuesta 10 euros y en casa aproximadamente unos 20", explica Roberto Haboba, director ejecutivo de una lavandería catalana
El precio de la luz se dispara por cuarto día consecutivo con un precio medio de 115,83 euros el megavatio
En este mes de agosto, poner una lavadora cuesta el doble que hace un año
El precio medio de la luz en el mercado, con un coste de 115,83 euros el megavatio hora (MWh), vuelve a alcanzar máximos históricos por cuarto día consecutivo. Por ello, acostumbrados a estas subidas desde hace poco más de un mes, cada vez hay más gente que busca soluciones con el objetivo de ahorrar ante un encarecimiento en la energía que tiene un efecto directo en el bolsillo del consumidor.
Alternativas como desconectar los aparatos electrónicos de la corriente, una vez se dejan de utilizar, o escoger las horas "valle" para poner en funcionamiento los electrodomésticos. Nuevos hábitos que se van adaptando a una nueva rutina de los españoles. Como éstos, muchos más están por venir, incluso ya se están poniendo en práctica. Uno de ellos, acudir a las lavanderías para hacer la colada.
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10% más de clientes respecto al 2020
Con un precio de la energía por las nubes, estos negocios han notado, respecto al último año, un aumento del 10%. Teniendo en cuenta que, en este mes de agosto, poner una lavadora cuesta el doble que hace un año y que el gasto se reduce a la mitad si acudes a lavanderías, son cada vez más las personas que se suman a esta nueva "práctica", más común en Estados Unidos.
"Para lavar 17 kilos en casa sería necesario poner alrededor de tres lavadoras, si acudes a una lavandería es suficiente con una", señala Roberto Haboba, CEO de 'Splash Laundry' de Barcelona, que explica que en casa el gasto sería el doble: "Un lavado y secado pagas alrededor de 10 euros y en casa te sale por unos 20 euros". Una reducción significativa del coste, pero también en tiempo y en calidad.
Un lavado de 17 kilos cuesta aproximadamente 10 euros y en casa unos 20
"Hay un incremento paulatino de clientes, pero hasta que a la gente no le llegue la factura de la luz no va a ser consciente de este aumento abrupto", argumenta el director ejecutivo. Una subida que él no va a notar de igual forma, ya que no consumen tanta electricidad. "Nosotros calentamos el agua con gas por lo que el consumo eléctrico es muy bajo, en el caso doméstico todo funciona con electricidad y el agua se calienta con la resistencia de la lavadora", sentencia Haboba, que considera que utilizar estos recursos "sale a cuenta".
El ahorro económico, energético y de tiempo que ofrecen estos establecimientos ha incentivado las visitas a estos negocios dirigidos, en su mayoría, a turistas.