Barcelona reclama el pago por el uso de las autopistas liberadas de peaje para "desincentivar el uso" del coche


El Ayuntamiento de Barcelona pretende "desincentivar el uso" del coche privado
Janet Sanz lamenta que no se tenga un modelo de gestión definido para estas vías rápidas
Barcelona sigue estudiando la implantación de un peaje urbano en la ciudad
El Ayuntamiento de Barcelona ha reclamado este jueves que se implemente un sistema de pago por uso en las autopistas y autovías de alta capacidad liberadas este miércoles de peajes. La teniente de alcalde de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz, ha expuesto la propuesta del consistorio para "desincentivar el uso" del coche privado y "no generar una falsa expectativa" a los ciudadanos que prioricen el vehículo particular.
Según Sanz, el levantamiento de los peajes puede generar "un problema de contaminación, no solo a Barcelona, sino en todo el país". Para el Gobierno de Colau, la propuesta "realista, realizable y aplicar cuanto antes" es un modelo "que incorpore el pago por uso".
Pago por uso
La teniente de alcalde ha justificado que esta propuesta, más allá de hacer menos atractivo el uso del coche, permite conseguir más financiación para potenciar el transporte público. Sanz ha lamentado que la Generalitat y el Gobierno, administraciones titulares de la AP-7, la AP-2, la C-32 norte y la C-33, aún no tengan un modelo de gestión definido para estas vías rápidas
En este sentido, ha avisado de que las directrices de la Unión Europea marcan que el año 2024 todas las vías de alta capacidad deben tener una gestión pública que desincentivar el uso, como herramienta para luchar contra la emergencia climática. La idea es establecer una nueva forma de pago que asuma el principio de que paga quien usa las infraestructuras y paga más quien más contamina.
Ante el fin de este modelo de gestión privado lo que necesitamos es gestión pública, y esto no pasa por decir: 'se acaban los peajes y ahora que todo el mundo haga lo que quiera'
En paralelo, el Ayuntamiento de Barcelona sigue estudiando la implantación de un peaje urbano en la ciudad, como medida complementaria a la ZBE Barcelona, la zona de bajas emisiones. Se da la circunstancia de que entre las autopistas que han quedado libres de peajes en septiembre está la C-32 y la C-33, dos vías rápidas de acceso directo a la ciudad de Barcelona.
"Ante el fin de este modelo de gestión privado lo que necesitamos es gestión pública, y esto no pasa por decir: 'se acaban los peajes y ahora que todo el mundo haga lo que quiera'", ha remarcado Sanz. Además, ha defendido que que los recursos públicos que ahora se destinarán al mantenimiento de estas vías serían más necesarios en otras carteras, como la sanidad, la educación o la mejora del transporte público.