Abierto en Reus un centro para que drogodependientes analicen su droga


Los usuarios entregan una muestra de la sustancia que pretenden consumir para saber qué componentes lleva
Esta información les permite evitar sobredosis o taquicardias: "Quien quiera consumir, que sepa qué se va a meter"
Los responsables del proyecto buscan "dignificar" a los drogodependientes y evitar la desinformación
Educar sobre un tabú, el de las drogas. "Dejar de mirar hacia otro lado, afrontarlo sin hipocresía", resume Antoniu Llort el objetivo de un proyecto que ha abierto al público drogodependiente esta semana. La Associació Reus Som Útils ha habilitado un centro de análisis de drogas en el municipio tarraconense para que conozcan los componentes de la sustancia que pretenden consumir y minimizar riesgos como sobredosis o taquicardias.
"Mucha gente no sabe lo que toma porque un camello puede darte un speed cortado con cafeína en vez de con anfetaminaspeed, que es lo habitual", detalla el responsable de analizar las muestras Joan Hiram. Los drogodependientes que así lo quieran pueden acudir a este centro para entregar las sustancias que van a consumir y así conocer sus componentes exactos, el grado de pureza, el tipo de corte, etc.
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Hiram agrega que quieren "dignificar al drogodependiente y reducir los riesgos y daños asociados al consumo" al detectar, por ejemplo, que una pastilla supuestamente de éxtasis no lo es, sino que es DOC, una sustancia diferente y, por tanto, con otros efectos. "La información es crucial para saber qué estás tomando, sus riesgos y aquellos riesgos que no quieres asumir", agrega.
Consumir "con cabeza"
Joaquín Gómez se define como un "consumidor responsable" porque le gusta hacerlo cuando le apetece y sin que peligre su situación económica ni sufrir una sobredosis. Esa responsabilidad es la que quiere fomentar entre los drogodependientes a través de la iniciativa. El presidente de la asociación insiste en que la drogadicción "es un tabú, pero existe y hay que conseguir que deje de hacer el daño que hace".
En este sentido, asevera que no se trata de "promover el consumo, sino que quién lo haga, lo haga con cabeza: que sepan qué se van a meter en el cuerpo, analizamos la muestra que trae y le explicamos si es lo que él quería y si tiene algo que él no quería, y es en ese momento cuando se lo piensa dos veces".
Una información que no está al alcance de "los más vulnerables que también consumen y lo hacen en peores condiciones", reconoce Llort, antropólogo y miembro de la asociación, agregando que "la desinformación provoca tabús y errores de decisión".
Este servicio se ubica en el Centre d'Acollida i Iniciativa La Illeta, en el que los consumidores ya podían cocinar, comer, asearse, lavar la ropa y cubrir sus primeras necesidades en la avenida President Companys número 7 de Reus.