Los desalojados en Badalona pasan la noche en la calle: "Tenía mi casa en la nave, ya no tengo nada"


El Ayuntamiento ha atendido a una decena de personas, que han rechazado dormir en un centro municipal
Lamentan no recibir del consistorio "soluciones" que les permitan encontrar un trabajo y dejar la calle
Badalona Acull asegura que "nadie pide pisos de forma irreal" y lamenta no haber conseguido una moratoria
Muchos de los okupas de la calle Progrés en Badalona han pasado la primera noche desde su desalojo en la calle. Mientras algunos han entrado en otras naves, decenas han dormido a la intemperie de la plaza del Cotonifici, después de que el Ayuntamiento haya atendido a una decena de personas y les haya ofrecido alojamiento temporal en un centro municipal, algo que han rechazado asegurando que "nadie quiere vivir así".
Abdul, Ris y Kevin son algunos de los que han acampado en la calle. Acusan la desprotección que dicen sentir del consistorio, desde el del exalcalde Albiol, que inició el desalojo, hasta el del actual alcalde Guijarro, que lo ha llevado a cabo. Lamentan que no les da "soluciones" definitivas para no sufrir frío ni hambre. Por el momento, descartan que vayan a ocupar otra nave: "¿Para qué? ¿Para que nos vuelvan a echar?", dicen.
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"Tenía mi casa en la nave, con mi familia, pero ahora no hay nada", se lamenta Kevin, mientras Abdul describe: "Estamos todos fuera, más de 100 personas hemos dormido aquí, con frío, aguantando". "Hay uno que no ha comido nada en todo el día y la policía pasa y les dice que bajen la música", critica Condis, que vive en otra nave okupada que no puede albergar a más personas y resume el problema: "Hay mucha gente que no tiene papeles, ese es el problema que tienen".
"Aquí nadie pide pisos de forma irreal"
Badalona Acull es una de las plataformas que tratan de atender a estos migrantes y presionan a las administraciones: "Estamos en el día después de una situación absolutamente desagradable y evitable: teníamos una propuesta clara que podía solucionarlo, con una prórroga de tres meses y una comisión de trabajo para encontrar una salida ordenada", incide Carles Sagués.
Ahora, el reto que afrontan los desalojados es mayor al que tenían. "Aquí nadie pide pisos para todos de forma irreal, solo acompañamiento y alternativas que ayuden a encontrar un camino de inserción laboral, ayudas sanitarias, que no se vean obligados a estar en la calle con el frío y en plena pandemia", en palabras del activista, que agrega: "En las áreas metropolitanas, la precariedad obliga a mucha gente a malvivir".