La exconsellera de Salut catalana Alba Vergés anuncia su candidatura a la alcaldía de Igualada

La vicepresidenta del Parlament Alba Vergés será la candidata de ERC a la alcaldía de Igualada (Barcelona). De este modo, la exconsellera de Salut durante los meses duros de la pandemia, buscará arrebatar el ayuntamiento al actuar alcalde, Marc Castells, de Junts.

Así lo ha anunciado la propia Vergés en su cuenta de Twitter: "Me hace mucha ilusión anunciar que doy un paso adelante presentándome para ser la primera alcaldesa de Igualada, aportando mi experiencia de gobierno al servicio de la ciudad que amo y haciendo tándem con el amigo y compañero Enric Conill", ha escrito Vergés en Twitter.

La candidata republicana a la alcaldía también ha enviado una carta a la militancia de su partido, que tendrá que avalar la propuesta en la próxima asamblea: "Queremos liderar el cambio que Igualada necesita porque es imprescindible dar soluciones a los retos de presente y de futuro que tiene la ciudad!", ha escrito.

En las pasadas elecciones municipales de 2019, la candidatura de ERC se convirtió en la primera fuerza de la oposición y obtuvo cinco concejales y 4.217 votos. Ahora, Vergés quiere "protagonizar el cambio de gobierno municipal de la ciudad con el fin de transformar Igualada, hacerla progresar y avanzar para que vuelva a ser una ciudad referente del país", anuncia en su carta.

El actual gobierno municipal, liderado por Marc Castells (Junts), ostenta el poder desde hace 11 años. La posición de Castells salió reforzada tras el confinamiento de Igualada, que empezó el 12 de marzo de 2020, dos días antes que se decretara el estado de alarma. Castells fue de los primeros en denunciar las afectaciones económicas de las estrictas medidas sanitarias.

Vergés fue consellera de Salut durante las primeras olas de la covid-19. Su departamento asumió la gestión de residencias tras el aumento de muertes durante la primera ola del virus. Cuando dejó el cargo, las cifras de la pandemia en Cataluña eran bastante positivas. La republicana también ha tenido que enfrentarse a polémicas, como el retraso en la vacunación de policías y guardias civiles o las complicaciones en las residencias catalanas.